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Tomas De Aquino La Teoria Moral


Enviado por   •  28 de Octubre de 2014  •  1.166 Palabras (5 Páginas)  •  319 Visitas

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1.- Eudemonismo: Santo Tomás adoptó un punto de vista eudemonista y teológico similar al de Aristóteles, y su teoría acerca del fin de la conducta humana es en algunos aspectos intelectualista, pero no tarda en dejarse advertir un cambio de énfasis que marca una diferencia muy considerable entre su teoría ética y la de Aristóteles.

Los únicos actos del hombre que caen propiamente dentro del campo de la moral son los actos libres, aquellos actos que proceden del hombre precisamente como hombre, como un ser racional y libre. Esos actos humanos proceden de la voluntad, y el objeto de la voluntad es el bien.

Santo Tomás no procede al desarrollo de la ética sin antes tomar en consideración la felicidad que solamente puede conseguirse en la vida futura, una felicidad que consiste principalmente en la visión de Dios, aunque incluya, desde luego, la satisfacción de la voluntad, en tanto que otros bienes, aunque ningún bien, excepto Dios, es necesario para la felicidad.

Lo que en Aristóteles se llama felicidad es en santo Tomás de Aquino felicidad imperfecta, o felicidad temporal, o la felicidad que puede alcanzar en esta vida, y el aquinatense ve esa felicidad imperfecta como ordenada a la felicidad perfecta, que sólo puede alcanzarse en la vida futura y que consiste principalmente en la visión de Dios.

2.- La visión de Dios: La beatitud última y perfecta solamente puede consistir en la visión de la esencia divina.

Santo Tomás afirma que “para la perfecta beatitud se necesita que el entendimiento pueda llegar a la esencia misma de la causa primera” Y, que “la beatitud última consiste en la visión de la esencia divina, que es la esencia misma de la bondad”. Para el logro de esa visión hay en el hombre un deseo natural: el hombre desea de un modo natural conocer la esencia, la naturaleza de la causa primera.

La voluntad desea necesariamente la felicidad, la beatitud, y, de facto, esa beatitud solamente puede encontrarse en la visión de Dios.

Podemos decir, pues, que el ser humano concreto desea necesariamente la visión de Dios.

El “deseo natural” se satisface por el logro del fin último, la felicidad completa, pero “el conocimiento por fe no satisface el deseo, sino que más bien lo excita, puesto que todo el mundo desea ver aquello que cree”

El fin último y la felicidad del hombre deben consistir, pues, en la visión de Dios tal y como Él es en Sí Mismo, en la visión de la esencia divina.

El entendimiento del hombre tiene una inclinación natural hacia la felicidad, que debe consistir primariamente en el conocimiento de la verdad absoluta; pero el hombre, en el orden real concreto, ha sido destinado a un fin sobrenatural, y n o puede ser satisfecho por nada inferior.

Considerando el deseo natural a la luz de los hechos conocidos por revelación, puede decirse, pues, que el hombre tiene jun “deseo natural” de visión de Dios.

3.- El bien y el mal: La voluntad desea la felicidad, la beatitud, como su fin, y los actos humanos son buenos o malos en la medida en que son o no son medios para el logro de dicho fin.

La felicidad debe entenderse en relación al hombre como tal, al hombre como ser racional: el fin es aquel bien que perfecciona al hombre como ser racional.

Todo acto humano individual, es decir, todo acto deliberado, o está de acuerdo con el orden de la razón, esto es, que su fin inmediato está en armonía

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