Trabajo De 1º De Bachillerato "El Banquete"

El Banquete es un diálogo en el que se refieren los discursos que en torno al Amor se pronunciaron en casa del poeta Agatón, en ocasión del festejo de su triunfo. Hasta entonces ninguno de los poetas había considerado los aspectos apacibles del amor, sino los destructivos de la pasión. Eros no se había convertido aún en el niño travieso y juguetón de la poesía alejandrina y era tenido por divinidad terrible cuya embestida, más que felicidad, causaba el tormento o la ruina de los hombres. El discurso de Fedro, está respaldado por los ideales de la cultura del pundonor heroica, dentro de la cual desempeña un primordial papel la pederastia. El Amor es un dios, el más antiguo de todos según Hesíodo y Acúcialo, y así lo proclama el hecho de que carezca de progenitores. Si de la unión de las primeras divinidades fueron naciendo aquellos seres de perfiles monstruosos o amables que pueblan el Cosmos, la pasión amorosa –personificada en dios- que le impelía a unirse, evidentemente debió de antecederles en el tiempo Fedro, no duda, a pesar de no recibir Eros culto, salvo en raros lugares, de su carácter divino y parece estimar su doble acción en el alma del enamorado. Pausanias al abundar en los aspectos constructivos de la pederastia trazando su sociología en Grecia, preludia lo que en el discurso de Sócrates quedará como doctrina sentada: los hijos del espíritu son superiores a los de la carne y los únicos que reportan, en última instancia, gloria a los hombres. El amor a los mancebos es la primera grada de la escala ascendente del amor platónico. Muy diferente es el enfoque que da al problema del Amor Erixímaco, probablemente por estimar de sobra comentados los beneficiosos efectos que en la sociedad produce, ora en la milicia, ora en la educación del ciudadano, el “amoroso certamen” pederás tico y por querer también abordar la realidad especifica del amor desde un punto de vista científico y no mítico, como sus dos predecesores. El discurso de Agatón, que pretende exponer cómo es la naturaleza del Amor y no alabar sus dádivas, incurre en defectos metodológicos del pensamiento presocrático ya separados en el discurso de Erixímaco. En efecto, para dilucidar cuál es la naturaleza y las propiedades del dios, recurre al principio” lo semejante con lo semejante: así, si el amor complace con los jóvenes y con la belleza, es porque es joven y bello; si se aposenta en lo más delicado que hay, las almas, es porque es delicado en grado sumo, etc.… La intervención de Sócrates en el debate se lleva a cabo en dos fases: en la primera, reconocido que el amor es un deseo, y que todo deseo es la posesión de lo que no se tiene, le obliga a Agatón a admitir que, si el Amor es amor de los seres bellos, y todo lo bello es bueno, el Amor carece de bondad y belleza y por ello aspira a poseerlas Sócrates que se dispone ahora a exponer su verdadera doctrina sobre el amor, deja de hablar por su cuenta y refiere una

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