Trabajo Final De Filosofia Y Logica Juridica
Enviado por locomotives • 4 de Noviembre de 2014 • 1.837 Palabras (8 Páginas) • 367 Visitas
Introducción.
Ángel Ossorio al hacer éste libro nos quiso hablar un poco de lo que está pasando con todos los abogados, de la inconsciencia que existe, del amor que le han perdido a la abogacía, un tanto para que hagamos conciencia y corrijamos todos esos errores que manchan la reputación del abogado y de la carrera de Derecho.
Que nos dediquemos a ser realmente abogados y no caigamos en lo que algunos abogados han caído, en la corrupción en la falta de ética profesional y más.
El Alma de la Toga.
El alma de la toga es un libro escrito por Ángel Ossorio y Gallardo, donde narra detalladamente y a manera de ensayo, si no es que a manera de un manual, la formación que debe mantener el
Abogado.
Durante su práctica como tal, así como de las enseñanzas y muestras que deberá mantener para quien dé el aprenda como es el caso de los pasantes, o quien el consulte, como es en el caso de los clientes. Hace constante referencia en cuanto a diferenciación refiere entre el termino arriba empleado,
Abogado y Licenciado en Derecho.
Que si bien en nuestra actualidad se emplean cual sinónimos, están los mismos distante de serlos ya que el segundo es un estudioso de las leyes con una cédula que le permite el ejercicio del oficio, mientras que el primero es un complementado de este al ser el primero más un ministerio de justicia encargado de velar por la justicia que no es sino la búsqueda final del derecho.
Quién es Abogado.
Abogado no será aquel que de memoria redacte el pandectas, o la institutas si no aquel que se apasione por su arte, el que busca no llevara su cliente a lo que este le pida, si no a la emanación pura de la justicia, el que de ella ejerza permanentemente.
La Fuerza interior.
Menciona indubitablemente como es precisa esa fuerza interior que distingue a la abogacía de otras profesiones, ya que en el campo de guerra el abogado se halla en una especie de confinamiento en solitario público, cuando si bien no se haya privado de la libertad, se encuentra solo a la condición de la confianza, esto mencionado como que lo único meramente formal con lo que contamos los abogados, es eso, nosotros mismos como abogados. Debemos aprender a confiar en nosotros mismos, en vivir nuestra vida sin tener como condicionales las opiniones de los demás colegas, que si bien son validas, muchas veces y por la práctica moralista de cada caso en cuestión, podría no ser la más correcta o la indicada.
La Sensación de la Justicia.
Al ser nosotros un ministerio para la ley, debemos notar inexorablemente dicha puntualización “ministerio para la ley” esto que señalo es sin lugar a dudas vértice de la piedra angular en la abogacía, como resulta que aquellos que peleasen en nombre de los gobiernos liberales, que abogaron contra la pena de muerte, sean hoy los que ahorcan y fusilan a mansalva.
Donde esta lo Justo.
No podemos juzgar meramente con base en lo que puntualice la ley, sin lugar a dudas, hay que vivirla, hay que interpretarla.
La Moral del Abogado.
Uno de los conflictos más grandes a los que se enfrentan muchas veces los colegas, que es sin lugar a dudas lo primordial, mantener la moral o desistir de la misma
Si bien somos parte fundamental de nuestro ingenio, este no deberá prevalecer por encima de nuestra moral, basarnos en la rectitud de nuestra conciencia. Debemos servir al fin bueno, aunque sea con los medios malos y no viceversa.
El Secreto Profesional.
En el principio de la historia la función del abogado fue de patronato, de protección, de confidencia. No es una simple y llana carrera, es un ministerio, por lo tanto debemos fidelidad a lo que nuestro cliente nos confiese, entrando al conflicto con el tema que antecede a este, ¿Es posible servir al secreto profesional y a la moral del abogado conjuntamente? Es quizá una de las dudas más tratables en esta carrera de vida al encontrar conflictos de propia conveniencia, de interés particular ajenos y de grave interés social.
La Chicana.
El último recurso del que debe de valerse un abogado sin duda alguna, no son más que tramites innecesarios que se emplean para la obtención de un tiempo superior al dado por la ley para la obtención de beneficioso para la presentación de pruebas.
¿Medios dilatorios del procedimiento para ganar tiempo o para probar una verdad incomportable de no existir dichas dilatorias?
Se debe actuar conforme a los tiempos que establece la ley, no buscar beneficios en otros, aunque si bien debería ser así a fin de buscar, prevalezca la ley.
La Sensibilidad.
El abogado es artista, vive de las emociones de los clientes a fin de hacerlas del conocimiento del juez mediante su plasme en los escritos o su recitación en las palabras, no podemos ser fríos de alma y mostrarnos insensibles a los sentimientos de nuestros clientes y/o de nuestra contraparte, sin embargo, a su vez, no podemos ser emocionales en esto, y debemos a bien olvidar nuestro triunfo, tan pronto salimos de la sala y de nuestro cliente nos despedimos.
El Desdoblamiento Psíquico.
Principio fundamental del abogado, actuamos por el cliente, pero no para el cliente, actuamos en pro del prevalecimiento de justicia a una o a la petición del 1ro. Pero debe de existir una separación entre uno y otro en virtud de la separación de cuerpos, actuares y pensares entre unos y otros.
La Independencia.
Al igual que lo mencionado arriba mencionado, debemos actuar si bien por cliente no para nuestro cliente. Esto se debe a que indubitablemente habrá de actuar a lo que a su parecer convenga, no salvaguardando
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