Trabajo practico taller de investigación y escritura filosófica

UNCa-Facultad de Humanidades- Dpto. de Filosofía-

Catedra: Taller de investigación y escritura filosófica      

Alumno: Diaz Amaru

Fecha: 22/04/2019

TRABAJO PRACTICO Nº1

     Pensar a la filosofía como una disciplina que no ofrece ninguna cura definitiva ante ninguna cuestión humana y que encima de eso la misma filosofía en su esencia escéptica sea considerada como una enfermedad incurable, es a mi entender el mayor problema que presenta esta propuesta de la filosofía como terapia.

     Siendo su idea principal la de “curar, remediar y prevenir” a las mentes, ¿bajo qué lógica médica (pues esta propuesta plantea una perspectiva desde la medicina) se podría llevar esto a cabo si lo que se propone es intentar curar una enfermedad con otra? ¿A dónde quedó el sentido común que tanto se ha empeñado el texto en mostrar como ausente en la metafísica?

      Esta filosofía como terapia pretende erradicar prejuicios instaurando otros, que no hacen más que seguir alimentando la idea de que la filosofía es un saber inútil y doy toda la razón de que se la piense de esa manera si se acuñan a ella definiciones como las de Wittgenstein que sugiere es un “permanente plantear y replantear problemas cuya solución no importa tanto” (La filosofía como terapia, p.30). o hacer afirmaciones como “un conocimiento que buscan problemas más que soluciones” (La filosofía como terapia, p.46). Y si en la defensa de este tipo de afirmaciones se nos dice que su utilidad debe ser considerada en la capacidad que esta tiene para problematizar, diríamos que sí, que es útil para revelar problemas, así como también lo es para crearlos, problemas de los cuales no pretenderá hacerse cargo pues ha considerado que esa no es su responsabilidad (vaya uno a saber de quién será ahora la tarea de resolver los problemas filosóficos si ya no lo es de la filosofía misma). Su deber ahora es generar problemas en los cuales buscará de ellos más problemas aun y que sin reparo inyectará en las venas de la sociedad, donde continuarán multiplicándose como el virus que son pues ahora resulta que la filosofía como canon tiene que ser una enfermedad y que para seguir siendo tal necesita crear una mala imagen de lo que serían las verdades absolutas, pues, estas serían la cura definitiva a todos los padecimientos, así es como estas verdades absolutas sufren la carga peyorativa de ser llamadas “dogmas” por esta filosofía que hace pasar las curas por enfermedades y las enfermedades por curas.

     No es tampoco mi intención desmerecer todo el proyecto de la filosofía como terapia pues considero que se ha transitado la mitad del camino correcto en pos de definir lo que es y a lo que se debe la filosofía en sí. Concebir a la filosofía como “Aptitud escéptica y analítica que desmonta las máquinas del engaño y de la simulación” (La filosofía como terapia, p.27). es acertadísimo y válido en función de permitir dar cuenta de los problemas, lo que es errado es concebir a la aptitud escéptica como una enfermedad, un malestar que nos hace correr la suerte de Sísifo, que, si bien es cierto que la manifestación de la duda es constante y permanente, lejos está de que esta sea un mal realmente. La duda debe ser entendida como una herramienta más de la razón, del espíritu, para llegar a la verdad.
    ¿Por qué dudamos? ¿Para qué dudamos? La respuesta no es más que para la búsqueda de la verdad y frente a esto es que se comete otro error, al pensar y al afirmar muchas veces que la verdad no puede ser alcanzada porque se entiende que esto entraría en contradicción con la naturaleza escéptica de la filosofía, ignorando que esta naturaleza debe ser entendida como un medio y no como un fin último. No es el fin último de la filosofía solamente dudar de todo sino iniciar un proceso que arranca en la duda con la intención de buscar la verdad y en el mejor de los casos, encontrarla. Este sería el fin verdadero fin y sentido de la filosofía. Dudar hasta que ya no sea posible seguir dudando sobre algo porque es en ese punto cuando se ha llegado a alcanzar la verdad absoluta sobre ese mismo algo y la duda que ya no puede ser allí, pero que no puede dejar de ser en otras cosas, continuará en esas otras cosas hasta alcanzar la verdad sobre ellas y así sucesivamente. Es esta la manera en que la filosofía se vuelve un saber útil y si se presentara de esta manera y no de la otra, las cosas cambiarían radicalmente y para el bien no solo de la filosofía sino de la humanidad toda.

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