Un Perro Andaluz

Un Perro Andaluz, 1929

Es un corte de Luis Buñel con la colaboración de Salvador Dalí en el guion, tiene una duración de 17 minutos y esta filmada en blanco y negro.

Este cortometraje surrealista surgió después de la Segunda Guerra Mundial, como la mayoría de las vanguardias artísticas, retoma algunas características del Dadaísmo.

Así como el demás cine, este cortometraje surrealista rompe con la narración clásica, ya que no sigue un orden cronológico y plantea el libre ejercicio del pensamiento, aparecen imágenes insólitas que carecen de principios estéticos y morales, expresa violencia simbólica y física para dar impacto a los espectadores.

Otras características que se observan en este corto son: el erotismo, la sexualidad, lo prohibido, la religión, la moralidad, la burguesía, entre otros. En este film se nota el paneo de seguimiento que caracterizaba a los filmes surrealistas, este paneo de seguimiento es cuando las cámaras son lentas y siguen al personaje durante sus acciones.

Se pueden observar muchas tomas absurdas, tiempos y espacios confusos sin tener una explicación lógica y se presenta fusión y superposición de imágenes.

Este cortometraje se realizó cuando aún no había la posibilidad de incorporar sonido al video pero los surrealistas consideraban que el cine mudo les daba la posibilidad de la autonomía del sentido, que los liberaba del anclaje a la palabra.

Aunque no tiene diálogos, en 1960 se le incorporo música de fondo a este corto, que son fragmentos de autores como Richard Wagner y Beethoven.

Lo que se propone esencialmente en el surrealismo es devolverle al hombre la espontaneidad y libertad que ha sido reprimida por los prejuicios, humillaciones e inhibiciones morales y religiosas.

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