Un sol con nuevo resplandor

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Cuento
“Un Sol con Nuevo Resplandor”

Nombre: Bella Lizeth Garcés Garza
Matricula: 1547651
Grupo: 008
Materia: Competencia Comunicativa
Maestra: Isabelle Vera Rivera

A 27 de Octubre del 2013

Un sol con nuevo resplandor

Raúl era un chico tranquilo, serio, ese tipo de persona que es solitario, no le gusta estar rodeado de mucha gente, que no tiene amigos, que no quiere amigos, mejor dicho, que odia a las personas, a veces incluso a su propia familia, dice que nadie lo entiende.  Pero de un momento a otro, llega una persona, y le hace conocer  el valor de la amistad,  y la importancia de todas las cosas que le da la vida.

Un día, como cualquier otro Raúl estaba en los casilleros de la preparatoria, sacando sus libros para su primera clase, cuando de pronto una chica, no tan bonita, no tan fea, ni gorda, no flaca, normal, y le pregunta de una manera amable si sabe dónde está el salón de Literatura, Raúl se le queda mirando fijamente y no le dice nada, solo la ignora, se da vuelta  y se va a su salón, cuando todavía faltaban 15 minutos para que tocara la campana, el al entrar, el se sentó en su lugar, en el asiento de la última fila (dice que de ahí puede observar a todos, y cada uno de sus movimientos), y se queda dormido por unos minutos, se despierta al sentir que alguien se sienta a su lado, y al levantar la mirada ve que es la misma chica que se encontró en los casilleros. Le pregunta que porque se sentó con él y ella le responde que era el único asiento que quedaba, Raúl se queda callado y después de unos minutos le pregunta su nombre y ella le dice que se llama Tamara, ella trata de hacerle platica, preguntándole con quién se junta, o que cosas le gustan hacer pero el simplemente la ignora, o le responde con monosílabos, al terminar la clase Raúl sale inmediatamente, sin darle tiempo a Tamara de seguirle hablando.

Al siguiente día, es lo mismo, Tamara tratando de hablarle a Raúl pero él sigue ignorándola porque  piensa que después ella va a querer ser su amiga, y al no le gusta tenerlos, piensa que es una pérdida de tiempo, o que en algún momento te decepcionarán de alguna o otra forma.  Al terminarse la clase, suena el timbre para salir al descanso y él se sienta en una mesa con unas porristas que son populares, irónico, ya que no le gusta la atención, pero se sienta con ellas, porque solo hacen preguntas tontas, o simplemente lo ignoran, de repente llega Tamara y se sienta en la misma mesa, y Raúl como siempre sólo la ignora, no le dirige ni una mirada, ni nada, solo se dedica a comerse su almuerzo y cuando se lo termina se levanta de la mesa y se va hacia las gradas de el gimnasio, Tamara sólo se queda sentada terminando su almuerzo. Cuando el timbre suena de nuevo Raúl se para y regresa al salón, después de unos minutos de haber empezado la clase se da cuenta que Tamara no entró al salón, porque no está sentada con él, pero no le da importancia y sigue mirando hacia el pizarrón.

Unos días después Tamara decide hablarle a Raúl otra vez, ya que no ha hecho amigos, y es el único chico que conoce de toda la escuela, pero cuando le habla, Raúl decide responderle, pero no de una manera bonita, sino gritándole que ya lo deje en paz, que no quiere que nunca más se le acerque porque solo la molesta, y le hace perder tiempo, que no puede ser que no haya conseguido ningún amigo si ya lleva mucho tiempo en la escuela, diciéndole que debe ser porque está fea, o huele mal, Raúl actúo como todo un niño al decirle esas cosas, pero a Tamara le dolió demasiado lo que dijo, así que salió corriendo hacia el segundo piso del edificio en el que están y se puso a llorar y llorar, después hizo algo que no pensó bien, se acerco a la orilla del edificio y se dispuso a aventarse, cuando Raúl volteó y la vio, le pareció que no lo iba a hacer  y le empezó a gritar que no era tan valiente como para aventarse o que lo hiciera que a nadie le importaba, y en ese preciso momento, lo hizo, se aventó.

Al siguiente día cuando Tamara despertó, en el hospital, increíblemente, ya que se había aventado desde el segundo  piso, había sufrido graves heridas y lesiones en su cuerpo, pero nada tan grave como para afectarla mucho, vio que Raúl estaba recostado en el sillón a un lado de su camilla y sólo se quedó mirándolo hasta que despertó, Tamara le preguntó que porque estaba ahí y él le dijo que sólo la fue a visitar porque se sintió culpable de que lo hiciera no porque de verdad le importara ella, y que para remediarlo la estaría visitando todos los días al terminar la escuela, para llevarle las tareas, y ponerla al corriente de lo que hacían.

El viernes al terminar la última clase, Raúl salió de la preparatoria y se dirigió como había estado haciendo habitualmente al hospital, camino al el hospital vio que en una tienda vendían un colar con una llave muy bonito, le pareció, que si se lo compraba, ella se pondría feliz y ya no tendría que ir más al hospital, entró a la tienda y se lo compró. Al llegar al hospital y entrar al cuarto de Tamara, le entregó el paquetito sin decirle nada, y se fue a sentar al sillón y prendió la tele, Tamara tenía mucha curiosidad así que sin preguntar nada, empezó a abrir el paquetito, cuando lo sacó le pareció un detalle muy bonito y se lo puso en seguida, no le preguntó que porque se lo había comprado ni nada, como pudo se paró de la camilla y caminó a donde estaba Raúl y sin decirle nada, se inclinó y le dio un beso en los labios, el no le respondió, sólo se quedó quieto cuando ella se separó, el se le quedó viendo y le preguntó que porque lo había hecho, ella le respondió que porque ese día era su cumpleaños y era el único regalo que había recibido, el obviamente no lo sabía al momento de comprarle el collar, pero sólo se calló y siguió viendo la televisión.

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