Una Noche Peligrosa
Enviado por karla.gab • 15 de Agosto de 2014 • 906 Palabras (4 Páginas) • 242 Visitas
Una noche peligrosa
Una noche peligrosa Al momento de sentir el estallido de la llanta de mi carro mantuve con energía el timón para evitar una volcadura en medio de la oscura carretera .A duras penas lo evité y con el último recorrido del carro lo ubiqué a un lado de la vía para no obstruir el paso de los vehículos que transitaban por la autopista . Ya era medianoche. Cuando mi amiga Gioconda me telefoneó alcance a observar que el reloj marcaba exactamente las 9 pm. La voz de la mujer se escuchaba angustiada:" Ayúdame tratan de violentar la entrada de mi hacienda "....y enseguida se cortó abruptamente la comunicación .Medio somnoliento me terminé de despertar y en un momento me dispuse a ir en auxilio de mi desesperada vecina....y amante. La ruta a su casa me la sabía de memoria, con pelos y señales, pues acudía a la cita sensual semanalmente. Gioconda era una mujer decidida y nunca tuvo escrúpulos para negarme su amor erótico. Había terminado su relación conjugar de manera violenta y sin contemplaciones. Su marido, un poco mas joven que ella, había resultado una pareja sin ternura alguna y de carácter agrio y prepotente. Ella se enamoró de este ejemplar sin igual, y muchas veces llegó a decirme: " Nunca supe por que lo acepté como marido”. Cosas inexplicables - le respondía yo siempre. Igual pregunta me hacia yo detenido en una oscura y desierta carretera, sin nadie a la vista que me colaborara con mi desvare .Calculaba que estaba a unos 5 km de la hacienda de mi querida. La noche aparecia como en contra mía. La luna, oculta tras nubes negras presagiaba tal vez un torrencial aguacero .Me dispuse a dejar abandonado mi carro y empezar a caminar hacia la parte mas empinada de la zona, en donde aparecia como una fortaleza la Hacienda Paraíso. Anduve casi quinientos ms y vi unas luces que aparecieron a lo lejos, no se por que causa me oculté un poco en la maleza a un lado de la carretera esperando que pasara el Ferrari, alcancé a divisar su marca de manera nítida. Pero seguidamente y de manera intempestiva apareció otro vehículo como persecutor del Ferrari y casi enseguida se escucharon disparos que pegaron en los vidrios traseros del auto deportivo haciéndolos añicos .Esto me causó pánico y como pude me lancé de cabeza para caer en un banco de arena; me quedé quieto y escuchaba como zumbaban las balas entre los contrincantes de la vía, vía de sangrienta ocurrencia. Pasaron los minutos y al no escuchar mas ruidos cercanos me decidí en levantarme y otear oculto detrás de un árbol que me serbia de escudo .Respiré hondo al no ver ningún rastro de la refriega. Solo restos de vidrios panorámicos regados por la carretera . Apresuré el paso y mire mi reloj. Marcaba las 12:30 am. Había pasado casi una hora desde mi detención abrupta por causa de la llanta espichada. Me pasé la mano por el costado izquierdo y sentí mojada, muy mojada mi mano. Miré y apareció un liquido
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