Una Programación Ética Sobre L'Histoire De L'Oeil
Enviado por charlynste • 20 de Marzo de 2013 • 2.006 Palabras (9 Páginas) • 393 Visitas
Una programación Ética sobre L’Histoire de L’Oeil
Reseña
La Historia del Ojo, obra escrita por Georges Bataille, es una narración compleja que tensa las opiniones: unos dirán que se trata de una simple novela erótica-pornográfica, otros afirmarán el contexto filosófico sobre el cual se fundamenta la obra; sin embargo, es un hecho que la construcción literaria de este trabajo, ha producido toda una serie de enfoques y parámetros sobre la cual se analiza el cuerpo y la sexualidad .
Una breve reseña de este libro no nos asegura nada sobre su contenido: la narración pasa por distintos niveles de intensidad sobre la relación que llevan dos jóvenes, el narrador (narrador omnipresente, por cierto) y Simona, su leal compañera. La intensificación relacional se define por las experiencias por las que pasan estos dos jóvenes, así por como quien intervenga en esa misma relación: se comienza por experimentar con la leche –Simona lo hace-, por el sexo clandestino y desafiante a su aparente necesidad binaria (las orgías son un elemento recurrente en la narración del cuento, como si se tratasen de un ritual sobre las imágenes y metáforas), la experimentación con los cuerpos inertes (el suicidio de Marcela después de haber sido internada en un manicomio, la muerte de un torero español, y el homicidio de un cura también español), la transgresión y ruptura del esquema monovalente-fisiológico sobre el cuerpo (el sexo anal y golden showers son escenas repetidas en la narración de la historia). Estas unidades se alternan la una a la otra, evocando además un lenguaje metafórico: sangre, leche-semen, orina, muerte, ojos y huevos (si es que estas dos no son “una misma imagen”).
Esta composición lingüística es la que nos narra las aventuras entre el propio narrador y Simona: se trata de una “confrontación al límite”, articulada por las reminiscencias del mismo narrador. Como ya dije arriba, se empieza con el baño en leche del culo de Simona, y se prosigue con la interacción con Marcela: a partir de aquí, los personajes deciden organizar una orgía en la casa de ésta. La orgía resulta en cuerpos mutilados y en la masturbación –y reclusión- “compulsiva” de Marcela, para dejar como trabajo póstumo la internación de ésta en un manicomio. Los personajes se ven obligados a “rescatarla”, sin embargo, Marcela se suicida después, y los personajes tienen que abandonar el “lugar de X” . Llegan a España y allí no se detienen: el sexo cotidiano se acrisola con dos espectáculos sanguinarios, el de la muerte de un torero y el homicidio de un cura. Al terminar, sólo se nos informa sobre un segundo escape de los personajes y de la nostalgia envolvedora del recuerdo sobre los mismos .
Volvamos sobre los núcleos informativos metafóricos y daremos razón al trabajo del libro: los núcleos informativos se hacen sobre la constancia de las metáforas, y éstas dicen bastante sobre el argumento del libro y los escenarios que se presentan en éste. Si hablamos de la transgresión de los límites, supondremos que el libro tiene un contexto ciertamente subversivo; empero, someter las figuras metafóricas a una simple producción discursiva de escisión, sobre lo bueno y lo malo en la sexualidad, no da puntualmente razón a lo que, a nuestro parecer, es la esencia del libro. Hablamos de la esencia del libro en términos del mismo aparato sobre el cual se juzga a la sexualidad: queremos decir que la intención del libro no es pervertir los códigos morales, sino exponerla y matizarla con aquello que el poder opera. Es menos sobre un hiato moral y la resistencia a éste, que sobre la exposición literaria de estos mismos códigos.
La razón por la que se escogió este libro es ésa: la discusión sobre la cual se plantea lo moral e inmoral de un libro y, por ende, la construcción ontológica de lo bueno y lo malo. Queremos decir que se ha dejado pendiente una interpretación de La Historia del Ojo: queremos dejar atrás lo malo y lo bueno, y queremos plantear la producción discursiva de estas mismas identidades y la manera en que operan para reproducirse . Por último, no queremos hablar de la intención insuficiente de un autor sobre un libro, sino que queremos decir que este libro es producido mediante un sistema lector, y queremos revertir las repercusiones que ese sistema lector ha tenido sobre el libro .
Análisis
“Dos bocas juveniles se disputaban mi culo, mis testículos y mi verga; pero yo no dejé de apartar piernas de mujer, húmedas de saliva o de semen, como si hubiese querido huir del abrazo de un monstruo, aunque ese monstruo no fuera más que la extraordinaria violencia de mis movimientos.”
Historia del Ojo, Georges Bataille.
Visceral, visceral y explícito son los conceptos bajo los que puede definirse una relación sexual representada por medio de una película o, en este caso, un libro. Este contenido, denominado en ocasiones como “pornografía” o “erotismo”, sigue esas performatividades: cuerpos chocando entre sí, eyaculación y orgasmo. Bien pueden ir acompañados de una narración pobre o extensa, siendo esta última el caso más justo con la literatura “erótico-pornográfica”. Sin embargo, ¿bajo qué se establece lo “visceral y explícito”? En este caso, esa lectura se hace por la presencia de “un” cuerpo desnudo. Para ser más precisos, sobre la significación que se hace de la propia desnudez: lo visceral empieza allí donde el individuo establece sus límites con la sociedad: la intimidad es, en ese caso, lo visceral. Y bien podemos pensar en todos esos secretos que confiamos a nuestro propio mejor amigo o a un objeto donde podamos plasmar esos pensamientos que son sólo nuestros. Esta relación de pertenencia configura toda nuestra subjetividad: nuestro cuerpo es relativo a nosotros y por eso nos pertenece, por eso hacemos con él lo que más nos place. Es, pues, nuestro cuerpo un código bajo el cual se establece lo lícito para con los demás: entra en un juego jurídico, un juego donde lo permisible es clave para una buena relación inclusive con nosotros mismos.
El cuerpo no es un parámetro, es un “lugar” de instrumentación . Con esto queremos decir que el cuerpo es menos un factum, que una técnica para su propia
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