Una profesión

Una profesión es apreciada como la realización personal para el desempeño laboral ético y el desarrollo social. Un profesional debe poseer dominio equilibrado y actualizado de los saberes propios de su especialidad, por ello el desarrollo profesional es el medio como se expresa el ser humano en las dimensiones sociales productivas que permiten la vida con dignidad y decoro a la vez que poner las competencias y capacidades personales al servicio de la humanidad. El desarrollo profesional le da mejor sentido a la vida en la medida que obedece a los intereses vocacionales, permite el altruismo, la creatividad, la iniciativa, la toma de decisiones, la resolución de problemas, el ascenso en el posicionamiento social y el prestigio por los resultados, de esta forma podemos hablar de calidad de vida, por lograr hacer lo que se quiere ser.

En los últimas décadas el concepto sobre el desarrollo a escala humana como mecanismo dinamizador de las actividades que tratan de indagar la capacidad práctica, el saber y las actitudes y valores necesarias para desenvolverse en la labor o un conjunto de ocupaciones en cualquier rama de la actividad económica, todo esto ha llevado a elaborar recientemente numerosos cambios en currículos o los sistemas de formación de trabajadores o profesionales, implementando diferentes medios, métodos o didácticas y formas de enseñanza en las que el aprendiz, trabajador o profesional adquiere la capacidad necesaria para el trabajo con la precisión de tres componentes

.Los conocimientos adquiridos que por sí solos de forma autónoma, llamados “empíricos” que no garantizan que el trabajador sea competente, y que por consiguiente requieren una capacitación constante y actualización.

- Practica de los Saberes; los cuales demandan la adquisición de habilidades, capacidades, destrezas en los procedimientos para ejecutar actividades donde se utilicen, elementos tecnológicos, instrumentos, técnicas, y así mejorar la calidad de su desempeño y fortalecer la productividad en su acción.

- Las actitudes y valores , muchas veces sustitutas a un segundo plano y que suscitan de forma integral, los intereses, las motivaciones y valores; lo cual en diferentes ocasiones marcan las diferencias en la competencia de uno u otro profesional.

Apropiarse de un enfoque fundamentado en competencias en la formación profesional requiere, una integración de estos tres componentes para lograr una amplia y necesaria flexibilidad laboral que promueve el desempeño alternativo de varias ocupaciones, como tendencia actual en el mundo del trabajo, con estandartes de calificación y certificación van en aumento, el uso acelerado de las tecnologías de la información que exigen una mayor abstracción y manejo de instrumentos, técnicas y maquinarias más complejas, y demanda recursos humanos laborales más hábiles, con un perfil amplio de competencias y conocimientos con el objetivo de

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