Urbanidad Y Buenas Costumbres
Enviado por AndressGtz • 7 de Noviembre de 2012 • 1.379 Palabras (6 Páginas) • 880 Visitas
Se nos presenta como tal una serie enunciados acerca del trato en sociedad, la forma de desenvolvernos y de los hábitos que debemos de manejar para poder fomentar relaciones interpersonales adecuadas a la época en la que vivimos y al entorno en que nos desenvolvamos. Tomando en cuenta que el uso y costumbres de cotidianeidad pueden variar de acuerdo al lugar, a la época y en aspectos distintos de nuestra persona, tales como la edad, el sexo, nuestro estatus social, etc. Y que es necesario comprender que también debemos adaptarnos a las diferencias y características especiales de cada persona, para poder otorgarle el debido trato y respeto que se merece cada individuo.
Se nos define a la urbanidad como el conjunto de normas y leyes no escritas que sirven para regular la conducta y cultivar las relaciones sociales entre los hombres. Las cuales fomentan las costumbres debidas para poder movernos en sociedad y las cuales varían según las costumbres de cada lugar.
Las leyes de urbanidad hacen referencia tanto a la dignidad y el decoro personal, como a las maneras y atenciones que debemos mantener con nuestros semejantes.
La primera parte nos hace una descripción de los entes a quienes debemos mostrar respeto y gratitud, ya que sin ellos no sería posible el desarrollo de nuestras facultades, tanto físicas como intelectuales. Y que si una sola de ellas hiciera falta nada de lo que tenemos nos hubiera sido otorgado.
En principio muestra que Dios es el artífice por el cual estamos presentes, la superioridad del ser que nos vigila, el ser creador de todo nuestro entorno y quien es responsable de nuestra existencia, siendo Él al primero que debemos mostrar gratitud y respeto ante cualquier situación. Y que podemos ser testigos de su grandeza con el único hecho de poder admirar la creación.
En segundo nos muestra como debemos agradecer a nuestros padres quienes son los autores de nuestros días y quienes han velado, incluso antes de nuestro nacimiento, por nuestro bienestar, proporcionándonos su amor y cuidados desinteresados hasta la edad en que ya somos capaces de valernos por nosotros mismos y sin embargo jamás nos dejaran sin la sombra de su protección sino hasta el día de su propia muerte.
Teniendo en cuenta el sacrificio y el arduo trabajo al que se han sometido para velar por nuestra salud, de igual manera es nuestro deber mostrar el debido agradecimiento sin límites para pagar una mínima parte de nuestra deuda hacia ellos cuando, en la senectud, sea necesario cuidar de ellos.
Del respeto que nos debe nuestra patria y de los símbolos y antecesores nuestros que lucharon y entregaron su propia vida y actos para poder proporcionar una vida digna y justa a las generaciones venideras. Mostrando obediencia y respetando las leyes cuando así se nos exija, o en su necesidad, aportar nuestro propio sacrificio y abnegación para el bienestar de los demás y las próximas generaciones.
El mostrar nuestra mejor cara siempre a nuestros semejantes y valores tan intrínsecos a la humanidad como debiera ser el apoyo, el respeto, la tolerancia y cooperación para poder lograr un desarrollo en conjunto, así como procurar el bienestar de todos por igual y socorrer a los más necesitados.
Y por último los deberes para con nosotros mismos. Haciendo referencia que debemos mantener nuestra propia salud, tanto física, mental y espiritual para poder brindar lo mejor de nosotros mismos a Dios, nuestros padres, nuestra patria y a nuestros semejantes.
Haciendo énfasis a que el suicidio es el mayor fracaso y aberración ante Dios y la sociedad.
BUENAS MANERAS Y COSTUMBRES.
El aseo es un aspecto muy importante de la salud y que refleja pulcritud no sólo en el cuidado de nuestra persona y de nuestro entorno, sino que supone que así nos mantenemos en todas nuestras circunstancias y situaciones que están bajo nuestro control.
Nos son dadas las características que debemos mantener en la actividad que mantenga nuestra limpieza, así como poder proporcionarle el tiempo que sea exigido y la mayor atención a los mínimos detalles tanto en el aseo personal, como en el de nuestras vestiduras, el lugar donde habitamos y no sólo eso, sino el aseo para dirigirnos con la mayor cortesía y decoro hacia los demás.
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