VIGENCIA DE LA ETICA DE ARISTOTELES.

VIGENCIA DE LA ETICA DE ARISTOTELES.

La necesidad de valorar al ser humano, de promoverlo como ser digno, de actualizarlo en cuanto a su relación con la humanidad, sus instituciones, los seres vivientes y el medio ambiente, en un mundo global, conciente de su diversidad cultural, surge como problema para la consecución de un proyecto auténtico que le genere verdadera esperanza y confianza en las posibilidades de la vida.

Estas circunstancias hacen vigente la ética de Aristóteles desde la palabra crisis la cual ilustra tanto el tiempo historico de Aristóteles como el nuestro.

La palabra crisis que, viene del griego “Krisis “, que a su vez viene del verbo “Krino”, se traduce como, discernir, escoger, preferir, interpretar, resolver, luchar, juzgar…Justamente, crisis significa elección, juicio, decisión. Lo cual nos remite a una actitud reflexiva frente a las cosas. Un mirar que, más que venir desde el hecho consumado nos refiere a la idea de interpretación. Y esta idea tiene su relación con la admiración, el asombro que origina el pensar filosófico y que nos obliga a la reflexión y a la lucha por lograr significados de la vida desde la vida misma a través de modos que nos permitan comprender tanto el pensamiento abstracto como el pensamiento práctico, para encontrar vínculos con el significado de la vida. Detrás de la palabra crisis hay una conciencia reflexiva.

Aquí se enmarca una conexión bien significativa entre Aristóteles y nuestro tiempo, puesto que su ética más que darnos respuestas desde plataformas ya creadas nos invita a la observación y reflexión y al método como instrumento para deducir posibilidades donde la razón guíe a la voluntad en su uso práctico, y el entendimiento práctico supervise a la razón.

Esta perspectiva puede señalarnos relaciones entre la ética y la concepción del estado en cuanto a las posibilidades del análisis y las reflexiones desde el problema de las ciencias políticas

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