Yo Soy Adolf Eichmann El mal radical del siglo XXI

Yo Soy Adolf Eichmann

El mal radical del siglo XXI

Allende Coahuila, marzo de 2011, dos de los capos del grupo denominado zetas se enteraron que sus subordinados filtraban información a la DEA, impotentes ante la situación mandaron quemar los hogares de sus colaboradores y asesinar a quienes se encontraran dentro. Resultado, más de 300 personas muertas, la mayoría inocentes.

 “El mal radical ha emergido en relación con un sistema en el que todos los hombres son igualmente superfluos” Hannah Arendt.

Actualmente el mundo no está exento de situaciones similares a las de la alemania Nazi de los años 30s y 40s, basta ir al museo de memoria y tolerancia para darse cuenta que nos encontramos en medio de pequeños pero no menos deshumanizadores actos del mismo “grado de maldad” que aquellos con los que Arendt pulió su tesis.

Considero que en la idea de la banalidad del mal existen 2 conceptos base, mal radical y sistema. Hoy en día está esclarecida la situación del holocausto, el sistema era el nazismo impuesto por Adolf Hitler (un líder nato) y el mal radical era el genocidio. Eichmann se encontraba cegado por las ideas de Hitler, por su deseo de superación laboral, lo que lo llevó a ser parte de un sistema encaminado a uno de los crímenes más insensatos de la humanidad.

Todo esto me llevó a preguntarme acerca de la banalidad del mal en nuestra época, lo más sencillo es pensar en Ruanda, Darfur, Guatemala, Siria, inclusive en la matanza citada en el 1er párrafo. Pero, ¿Podría ser tan obvio?   Estoy seguro de que si el mal radical del Nazismo hubiera sido tan obvio como lo es para nosotros en estos momentos, Hitler no hubiera tenido seguidores. Lo cierto es que no era obvio. El mal radical contemporáneo ya no puede ser el mismo, por que la humanidad ya se percató de la naturaleza del acto, y aunque situaciones parecidas están sucediendo nunca volverán a ser de la magnitud del holocausto.

 Así como Eichmann no se daba cuenta de algo que parecía tan obvio, así nosotros no nos damos cuenta de algo que para las futuras generaciones nos hará ver como títeres, como esclavos del sistema . Sistema denominado consumismo. Pensemos en todas las cosas que hemos utilizado desde que nacimos, ropa, juguetes, aparatos electrónicos, comida, papeles etc. En méxico cada persona genera (aproximadamente) 300 kg de basura al año, lo que nos da una cifra de 77 millones de toneladas de basura generada por el país. De la cual se está reciclando el 11%.

 Seguimos pensando que el mundo es inmensamente grande, relativamente lo es, una persona no podría hacerle daño suficiente, ni siquiera una ciudad completa pero, ¿7 mil millones de personas podrían? Seguimos comprando ropa porque es una nueva temporada, salio un color distinto, está de moda, mi ropa antigua tiene una mancha, esta percudida o simplemente ya no me gusta. Seguimos sintiéndonos orgullosos de aquellas empresas para las que trabajamos porque conseguimos nuevas ventas, un nuevo proveedor, aumentamos la línea de producción etc. vivimos dentro de un sistema que nos impide pensar con claridad, que nos mantiene contentos satisfaciendo nuestro ego.

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