Ética a Nicómaco: Los placeres y la vida contemplativa

Ética a Nicómaco: Los placeres y la vida contemplativa

Placeres y pasión, no son bienes en sí mismos, son un medio para llegar a la felicidad, el placer puede ser como un arma de doble filo. El placer nos puede producir algo bueno, pero también el placer nos puede producir algo muy malo. El placer está implícito en el humano y está más marcado en los jóvenes, pues estos deben aprender del placer y además deben aprender del dolor para ser bien educados. El placer no es un bien supremo y tampoco es un bien en sí mismo, no debemos vivir con él, el placer se debe vivirse en su justa prudencia.

El placer es susceptible a gradación, más o menos, pero el bien no es susceptible a gradación lo bueno es bueno, así hay gente que es más justa y menos pues la justicia es afectada por el mas y el menos, pero hay placeres puros que no se ven afectados por el mas ni el menos. El placer es indivisible y abstracto.

¿Puede el placer ser un bien? La persona que es buena se le elogia, pero la persona que se deja llevar por los placeres es vituperada (censurada o desaprobada con mucha dureza) porque su fin en cuento los placeres pueden ser bueno o malo.

La naturaleza del placer, la vista es uno de los sentidos por excelencia según Aristóteles, es perfecta, completa y no necesita de nada más para ser como es, justamente, esto es el placer es completo y perfecto, no carece de nada y es indivisible.

Los placeres se pueden hallar en los sentidos y mientras más excelso mucho mejor es el placer (está sujeto a gradación).

El placer es algo que perfecciona la vida y que es necesaria para la felicidad. Existe una diversidad de placeres y se necesita separarlos y analizarlos, ejemplo actividades de entendimiento (razonamiento) y la actividad de los sentidos por ende hay dos tipos de placeres, los placeres también chocan entre si ejemplo de ello quien sea aficionado a las flautas u otro instrumento no podrá tener una buena conversación mientras escuchan al flautista pues pondrá su atención al flautista, lo mismo ocurriría con los aficionados a las conversaciones, los placeres se excluyen los unos con los otros lo más importante es que los placeres deben tener fines buenos, la actividad placentera bondadosa tendrá fin bueno poro la actividad indigna pero placentera pues tendrá un fin indigno. (hay gente que no aprecia la música clásica, ejemplo un solo de guitarra, pero cuando una persona sabe cómo funciona y como se toca dicho instrumento el placer es mayor que la persona que no sabe tocar la guitarra pero que también disfruta).

La felicidad es una de las causas finales que tiene el humano, su fin es ese, ser feliz. Este concepto no solo se puede decir que es una actividad o movimiento porque si fuera así el dormir, holgazanear o sufrir penurias formarían parte de la felicidad y eso es absurdo, la felicidad es un tipo de actividad que se inclina hacia el bien y lo deseable (la felicidad no es un medio para alcanzar algo, la felicidad es el fin. La felicidad puede parecer lo que es de agrado de cada uno, el tirano se divierte y alegra con los bufones y a otros no les gustara, pero tal vez para el tirano eso es la felicidad)  

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