Ética de la Virtud

ÉTICA DE LA VIRTUD

        En el pasado muchos o casi todos los filósofos se centraban en solo una cosa en encontrar los principios fundamentales y en establecer reglas que ayudaran a las personas a tener una conducta adecuada, más sin embargo los filósofos se concentraban más en los actos humanos que en los individuos, esto para establecer dichas reglas, se podría decir que los filósofos buscaban establecer lo que “se debe hacer” en lugar de buscar el tipo de persona que “se debe de llegar a ser”.

        En siglo pasado la mayoría de los filósofos de dio a la tarea de entender que era la ética de la virtud, Aristóteles junto con muchos otros filósofos de origen griego, encontraron una definición para ello la cual es, el entender por uno mismo lo que es bueno y malo, de saber o comprender lo que es correcto o incorrecto no se trata de la aplicación de reglas y/o principios morales, si no de la madurez que se adquiere mediante prácticas determinas para que el hombre aprenda a comportarse de una manera adecuada ante cada situación y lugar en el que se encuentra.

Para Aristóteles, “El hombre bueno tiene la virtud de la magnanimidad”, que significa que el hombre que contenga una buena virtud, obtiene una grandeza de alma y el hombre con grandeza de alma lleva por ende bondad.

        Ahora bien, la ética de la virtud es el o se le podía nombrar a la oposición de que la moral sea un conjunto de varias normas o principios morales que las personas de la sociedad debemos de seguir forzosamente, esto quiere decir que, para la ética de la virtud, las actitudes de uno mismo son más importantes que cualquier creencia (religión) o cualquier carácter moral que la sociedad impone. Es darse cuenta por medio de uno mismo cual es la forma en la que debemos comportarnos de alguna manera ser virtuoso ante cada situación de nuestra vida, o tratar de serlo en la mayoría de las veces.

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