Ética profesional Actividad: 1

Las noticias e internet están llenas de ejemplos de lapsos éticos. Hay informes casi diarios sobre la corrupción en los deportes, los escándalos de engaño e incluso las muertes causadas por el mal funcionamiento de los equipos que continúan después de que las empresas son conscientes de la situación. A veces, el comportamiento no ético parece tan generalizado que uno puede preguntarse: ¿Alguien actúa de manera ética?

Parte de nuestro mandato como funcionarios de Ética y Cumplimiento es ayudar a las personas a tomar mejores decisiones, guiar a las organizaciones para evitar daños, ser justos y actuar de manera que merezcan la confianza. Una forma de involucrar a nuestra fuerza laboral es observar las experiencias culturales cotidianas en las que las personas realmente se comportan de manera ética y probablemente no lo sepan.

En la vida cotidiana tomamos decisiones continuamente sobre lo que es correcto o incorrecto. La mayoría de estas decisiones se toman rápidamente y sin mucha reflexión o razón. La vida es demasiado compleja y el ritmo demasiado rápido para que podamos considerar profundamente cada situación. También dependiendo del contexto, en ciertos momentos podemos estar en desacuerdo con un colega sobre las decisiones planificadas o los comentarios realizados, pero bajo coacción no podemos. Es solo un hecho, afortunado o no, que los humanos somos inconsistentes y variables. Estamos navegando constantemente nuestras vidas e impactando a otros de una manera que podría dañar o traicionar u oprimir para citar tres tipos de resultados negativos.

Tener una discusión sobre ética también es un desafío. Todos vivimos de acuerdo con un código moral, con diversos grados de conciencia al respecto. La investigación también muestra que nuestros valores cambian con el tiempo y con eso la forma en que hablamos (o no) y cómo actuamos. A menudo, eso significa que el código moral interno de alguien (incluso el nuestro) está cambiando. Cuando el contexto es ambiguo y las personas pueden desconocer o están experimentando un desarrollo en su propio pensamiento y razonamiento, hace que nuestro trabajo sea comprometido éticamente aún más desalentador.

Para obtener ayuda, podemos recurrir a los grandes éticos del pasado que las personas pueden recordar de un curso de filosofía que tomaron hace años. Pero al comunicarme con la población en general, me resulta difícil forjar un camino hacia el entendimiento compartido con palabras y conceptos que esos filósofos amaban, como el consecuencialismo o la deontología. Necesitamos otro enfoque.

Introducción

Nombre de el entrevistado: Jorge Campa Luna

Carrera: Lic. En economía por la universidad de NYU

Edad: 62 años

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