4 América Latina Un Concepto Difuso Y En Constante Revisión

El adjetivo ‘latina’ proviene de un legado imperial: designa el nuevo mundo que fue colonizado por naciones de la Europa latina: España, Francia y Portugal. La clasificación geográfica mundial está conectada con una historia de invasiones, intereses económicos y tensiones de poder entre grupos humanos.

La proyección de Mercator refleja la historia moderna. El mapa fue diseñado por un europeo en el siglo XVI para fines de navegación, igual que el capitalismo se desarrolló en Europa por esa misma época con base en el comercio y la colonización, y se extendió al resto del mundo.

El hecho del diseño es indicio de la hegemonía comercial y colonizadora de varias naciones de ese continente. El mundo ‘globalizado’ de hoy fue ‘diseñado’ por la dinámica expansiva del mercantilismo europeo al igual que la actual distribución de la tierra.

América es producto directo de una expansión mercantil. El continente americano se inventó a partir de crónicas europeas, que proyectaron sus fantasías de exotismo sobre este territorio.

España tuvo la mayor parte de la autoridad sobre las tierras recién invadidas, no para nombrarlas. Y nombrar es parte de dominar. Poco después las potencias europeas emergentes –Portugal, Inglaterra, Francia y Holanda– disputaron con España la posesión de territorios del nuevo continente, que se convirtió en escenario de proyectos comerciales e imperiales en conflicto.

El Caribe, la puerta de entrada para casi todas las rutas de navegación, se fragmentó en pedazos de cada uno de estos reinos.

Al independizarse, las colonias del norte adoptaron el nombre de Estados Unidos de América. Y los nuevos gobernantes de las colonias que se independizaron de España entre 1810 y 1830 hablaban de “las repúblicas americanas” para referirse a los países hispanohablantes.

Una vez consolidadas las nuevas repúblicas, este doble americanismo se hizo conflictivo. La fundación de los Estados Unidos en 1776 creó una ambigüedad para el nombre, que podía referirse a un país o a todo el continente, se consideró que había dos Américas.

La elección de su nombre es muestra del proyecto expansivo de Estados Unidos. Esta doctrina adjudicaba a los norteamericanos autoridad moral y paternalista sobre los demás.

Durante el siglo XIX, la conveniencia de actuar en bloque podría darles más influencia internacional a América Latina. Era importante mantener una distancia ideológica y política de España, que ya no era una potencia.

Muchos intelectuales y políticos comenzaron a utilizar el adjetivo ‘latina’ para enfatizar las diferencias de estos países con los Estados Unidos y sus afinidades con la cultura francesa.

El gobierno francés, gustaba de la afinidad cultural entre las naciones “latinas” de Europa y de América, bajo el lideraje de Francia: y en nombre de estas ideas se estableció un gobierno

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