Choque De Civilizaciones
Enviado por pipelpera • 23 de Septiembre de 2012 • 3.737 Palabras (15 Páginas) • 769 Visitas
01.
Si hay un punto de acuerdo sobre el 11 de septiembre, es que a partir de ese día el mundo cambió. Pero, qué forma está adquiriendo. ¿Estamos asistiendo realmente a un choque de civilizaciones? ¿Cómo puede buscarse el diálogo intercultural? Entre las diversas respuestas que se dan, en lugar de entrar en la dialéctica de confrontación que denota el choque de civilizaciones de Samuel Huntington, resulta más legítimo optar por la defensa de la civilización en singular. Y entre cuyos cimientos estén los derechos humanos de todos y el derecho internacional aplicado a todos por igual.
Samuel P. Huntington, nacido el 1927 en los EEUU, es uno politólogo internacional que hoy ejerce de profesor de Ciencias Políticas en la Universitat de Harvard. En 1970 fundó la revista Foreing Policy (Política Exterior), en 1977 entró a formar parte del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Su primera obra importante es de 1968: El Orden Político en las Sociedades en Cambio. En 1991 publicó La Tercera Ola. La Democratización a finales del Siglo XX; pero la obra que ha puesto Huntington en la lista de los investigadores actuales más influyentes es El choque de Civilizaciones y la Reconfiguración del Orden Mundial (The clash of civilitzations and the remarking of world order), de 1996. Veamos el núcleo de la argumentación de Huntington.
INTRODUCCION
Durante las décadas de la guerra fría, expone Huntington, los conflictos mundiales tenían raíces de orden ideológico y económico; inicialmente el planeta estaba configurado en dos bloques, el occidental o capitalista y el bloque comunista; posteriormente, se formó un tercer bloque, el de los países no alineados. Con la caída del bloque comunista se esperaba que el otro bloque, el occidental, se impusiese plenamente, pero no ha sido del todo así sino que, contrariamente, ha emergido un mundo plural, un mundo de civilizaciones.
Su Obra
No se ha instaurado, como muchos profetizaban, la victoria final de Occidente sino que se ha dado un resurgimiento o una reafirmación de viejas civilizaciones. Resurgimiento y reafirmación que han comportado un alejamiento y un rechazo de todo aquello que proviene de Occidente, que han supuesto un retorno a los más autóctonos orígenes culturales: unos orígenes que son fundamentalmente religiosos. Así, pues, emergen unas viejas civilizaciones que tienen en una religión su más profunda identidad.
¿Cuáles son estas civilizaciones emergentes? Huntington constata (1996) el resurgir islámico (muchos países que en las décadas de la guerra fría asumían el marxismo-leninismo o que formaban parte de los países no alineados, actualmente encuentran su identidad y esperanza en el Islam), la civilización china (la milenaria China recupera el Confucionismo, la concepción de la vida del maestro Confucio, del siglo VI antes de Cristo), la civilización japonesa (formada a partir de la china pero con tradiciones propias), la civilización hindú (que tiene un núcleo cultural de más de tres mil quinientos años), la civilización ortodoxa (emparentada con la Occidental pero que remarca las diferencias), también la civilización budista y, con futuro impreciso, la civilización africana y la latinoamericana.
Este nuevo orden mundial tiene sus riesgos. Las civilizaciones emergentes se consideran superiores a la de Occidente, con valores morales más auténticos. Huntington prevé que, por vía del desafío demográfico (el 2025 más del 25% poblacional mundial será musulmana) o por vía del crecimiento económico (el 2025 Asia incluirá siete de las economías más fuertes del planeta) o por vía de la militancia creando inestabilidad, el poder y los controles de la civilización occidental se desplazarán hacia las civilizaciones no occidentales. Así, un choque de civilizaciones, de estas civilización arraigadas a religiones, dominará la política a escalera mundial: en las fronteras entre civilizaciones se producirán las batallas del futuro. Una de estas fronteras o líneas de fractura pasa precisamente por la ex-Yugoslavia dividiendo sus pueblos.
El retorno a las culturas autóctonas o indigenización dificulta hablar de principios éticos y valores universales. Para muchos chinos y para muchos musulmanes la democracia y la misma Declaración Universal de Derechos Humanos son creaciones occidentales, no universales. En esta situación, si se quiere evitar peligrosos enfrentamientos, es urgente buscar los atributos comunes en todas las civilizaciones, es decir, tenemos que perseguir, aceptando la diversidad, la moralidad mínima que se deriva de la común condición humana.
Textos Escogidos De El Choque de Civilizaciones
Estamos asistiendo al final de una era de progreso dominada por las ideologías occidentales, y estamos entrando en una era en la que civilizaciones múltiples y diversas interaccionarán, competirán, convivirán y se acomodarán unas a otros. Este proceso planetario de indigenización se manifiesta ampliamente en el resurgir de la religión que está teniendo lugar en tantas partes del mundo, y más concretamente en el resurgimiento cultural en países asiáticos e islámicos, generado en parte por su dinamismo económico y demográfico
La sociedad humana es universal porque es humana, particular porque es sociedad. A veces caminamos con otros; la mayor parte del tiempo caminamos solos. Sin embargo, de la común condición humana se deriva una moralidad mínima tenue, y las disposiciones universales se encuentran en todas las culturas. En vez de promover las características supuestamente universales de una civilización, los requisitos de la convivencia cultural exigen investigar lo que es común a la mayoría de civilizaciones. En un mundo de múltiples civilizaciones, la vía constructiva es renunciar al universalismo, aceptar la diversidad y buscar atributos comunes.
¿CHOQUE DE CIVILIZACIONES?
02.
Tras el atentado del 11 de septiembre contra el World Trade Center, el mundo político y académico se pregunta si no estamos asistiendo al choque de las civilizaciones anunciado por Samuel P. Huntington en su ya famoso artículo publicado por Foreign Affairs en 1993. Escribía Huntington en esa oportunidad:
Es mi hipótesis que la fuente fundamental de conflicto en este nuevo mundo no será primariamente ideológica o primariamente económica. Tanto las grandes divisiones de la humanidad como la fuente dominante de conflicto serán culturales. Los Estados-nación seguirán siendo los actores más poderosos en los asuntos mundiales, pero los principales conflictos políticos internacionales ocurrirán entre naciones y grupos de diferentes civilizaciones. El choque de las civilizaciones
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