¿Choque De Civilizaciones O Lucha De Poderes?

Universidad de Los Andes

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Centro de Estudios Políticos y Sociales de América Latina (CEPSAL)

Seminario: Política Global en Tiempos de Cambios

Profesor: Robert Kirby

¿Choque de civilizaciones o lucha de poderes?

Henry Villasmil

C.I: 16444508

COHORTE 34.

Abril de 2013

¿Choque de civilizaciones o lucha de poderes?

El conflicto que se desarrolla en el Medio Oriente o como lo han denominado algunos autores “el mundo arabo musulmán”, y en el África Occidental tiene evidentemente un carácter intersubjetivo muy marcado entre los agentes implicados, tanto directa como indirectamente.

En este sentido, es muy acertada la postura que plantea José Cristian Páez, al criticar el trabajo de Samuel Huntington sobre “la existencia de un choque de civilizaciones”. De la lectura del referido artículo, considero importante apuntar la ida relacionada con el planteamiento del conflicto como una pugna de poderes, debido a que lo que pareciera perseguirse es el control de territorios que gozan de grandes riquezas.

La argumentación de fondo que plantea el autor arriba mencionado se puede resumir en dos grandes aspectos. Por una parte, la existencia de una falta de conocimiento e información del mundo islámico por parte de Huntington, y por la otra, su marcado interés y vinculación con los intereses de las naciones occidentales, particularmente con los Estados Unidos de Norteamérica.

Un ejemplo que apoya al planteamiento realizado, se encuentra en el artículo de Iraxis Bello (2013, Enero 30), relacionado con la problemática intervencionista en Malí, donde se refiere el desarrollo de una gama de estrategias políticas, militares y económicas dirigidas tanto a la desestabilización de gobiernos liberados del colonialismo y de dictaduras despóticas, todo con un único propósito, el control del poder económico.

La expresión de una estrategia militar se vincula directamente con la existencia y conformación de grupos rebeldes islamistas, los cuales son calificados como terroristas por la vocería de alguno de los países más influyentes del Occidente, debido a que los consideran como una expresión de “avance yihadista”. No obstante, para Mbuyi Kabunda, profesor de la Universidad de Estrasburgo y africanista, estos grupos persiguen algunos objetivos similares, entre los cuales destaca, el freno de la occidentalización de los países islámicos (Iraxis Bello, 2013).

Entre estos grupos, destaca el profesor arriba mencionado, el denominado como Ansar al Din, de carácter moderado y en disposición a negociar, el objetivo arriba señalado, con el gobierno de la región de Bamako. Por otro lado, se encuentra la organización Al Qaeda en El Magreb, de connotación más radical, y que junto con otros grupos como el Mujao, persiguen la instalación de la Sharia (Ley sagrada del Islam) (ob. cit.).

Ahora bien, según Khalaf (2012, diciembre 27), es importante destacar el papel de Al Qaeda, que por sus acciones contra objetivos occidentales, pareciera no ser sólo una herramienta utilizada para destruir y sembrar el terrorismo, sino más bien una entidad cooperadora y de respaldo para las acciones “anti-terroristas” promovidas por Occidente. Es decir, estaría en contra de toda tendencia árabe o musulmán dirigida a sentar bases de independencia nacional y a combatir la hegemonía sionista.

De lo último señalado, cabe destacar la experiencia

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