LUCHA POR EL PODER
Enviado por Danneris1 • 7 de Septiembre de 2011 • 2.385 Palabras (10 Páginas) • 1.043 Visitas
1-. LA LUCHA POR EL PODER
Venezuela sufrió una oligarquía militar durante casi todo el siglo XIX, y la dictadura se impuso como la forma de gobierno predominante. José Antonio Páez encabezó el primer gobierno de la nueva nación; de corte centralista, el gobierno de Páez se caracterizó por: la pérdida del poderío económico y educativo de la iglesia; la aplicación de la pena de muertepara los crímenes políticos, y el continuismo de la esclavitud. Comenzó a levantar la economía, con lo cual logró: amortizar la deuda nacional; construir vías de comunicación, y dar impulso al comercio exterior con la venta del café y el cacao.
En la década del 1848 al 1858, desapareció la credibilidad de la administraciónpública, y comenzó a decaer rápidamente la economía del país. Los errores del gobierno liberal de los años 60 trajeron como consecuencia una nueva guerra civil, que concluyó con la presidencia de Antonio Guzmán Blanco. Su gobierno se caracterizó por garantizar el voto universal, y la elección directa del presidente por el pueblo. Guzmán Blanco gobernó durante 28 años, y trató de recuperar el crédito exterior, así como las inversionesextranjeras. El último presidente del siglo XIX, Cipriano Castro Ruiz, tomó la ciudad de Caracas al mando del ejército, y se convirtió en el gobernante más corrupto del siglo.
“Estaría bien repensar nuestra metáfora de la transición, ya que desde finales del siglo XIX hemos estado enredados en un seudodebate sobre los caminos evolutivos al poder frente a los revolucionarios. Ambos lados fueron y siempre han sido en esencia reformistas porque ambos creyeron que la transición es un fenómeno que puede controlarse. Una transición controlada y organizada tiende a implicar cierta continuidad de explotación. Debemos perder el miedo a una transición que toma el aspecto de derrumbamiento, de desintegración, la cual es desordenada, en cierto modo puede ser anárquica, pero no necesariamente desastrosa. Las "revoluciones" incluso pueden ser "revolucionarias" en la medida en que promuevan tal derrumbamiento. Las organizaciones pueden ser esenciales para abrir camino, pero es poco probable que puedan edificar la nueva sociedad.”
2-. EZEQUIEL ZAMORA Y GUZMÁN BLANCO
La estructura económica y social existente durante el período colonial no sufrió mayores modificaciones con el proceso de independencia y la instauración de la República. Esta estructura, agroexportadora y monoproductora, estaba basada en la explotación de la mano de obra esclava en las grandes plantaciones cacaoteras, y en la explotación del trabajo de los peones en las haciendas ganaderas. Las relaciones sociales coloniales, incluyendo a la esclavitud, fueron ratificadas con la Constitución de 1830. La oligarquía criolla se valió de los esclavos y mestizos para poder conquistar la guerra de independencia, pero una vez concluida la misma se propuso restablecer el sistema de dominación en el cual ellos debían jugar el papel hegemónico. Uno de los cambios sociales más significativos se produjo con la incorporación de los caudillos militares a la oligarquía dominante, en su condición de grandes terratenientes y poseedores de buena parte del poder político. El otro cambio fue el duro golpe que sufrió el sistema esclavista durante la independencia, pues pese a que el mismo se mantuvo vigente hasta 1854, la oligarquía nunca pudo restablecer el grado de dominación social que tenía durante la colonia.
No obstante, la independencia dejó sin resolver gran parte de las desigualdades sociales que anidaban en la sociedad colonial. Consecuencia de ellos fueron las luchas sociales que estallaron durante la década de 1840, y el posterior desarrollo de la Guerra Federal. La rebelión urbana del pueblo caraqueño manifestado en las acciones del 9 de febrero de 1844 y del 24 de enero de 1848, junto a la insurrección campesina desarrollada en 1846-47 en la zona central del país, reflejaron un descontento que ya estaba implícito en la conspiración de negros y mestizos de Caracas en 1831.
Cuando Ezequiel Zamora proclamó la Federación el 20 de febrero de 1859, volvía a resurgir el ansia igualitaria que el pueblo venezolano había demostrado a través de gestas heroicas de lucha como la de los Comuneros de los Andes en 1781, la de José Leonardo Chirinos en 1795, la de Gual y España en 1797, la de Francisco Javier Pirela en 1799 y las insurrecciones de esclavos en 1812-1814. Zamora significaba el líder al fin encontrado para canalizar todo un deseo de democracia e igualación social que surgió durante el proceso de descomposición de la sociedad colonial.
Considerar hoy, en 1999, la figura histórica de Ezequiel Zamora, es una forma de rescatar la memoria de las luchas populares y de sus líderes, aunque no hayan obtenido triunfos significativos. Ahora que se abre un proceso de cambios en la historia venezolana, consideremos la experiencia de lucha social que nos dejó el pasado, como una forma de encontrar las raíces de la corriente histórico-social democrática y revolucionaria, al mismo tiempo que nos precavemos para no repetir los errores que en su momento truncaron las aspiraciones del pueblo.
La historia de Venezuela refleja de manera permanente el espíritu de lucha del pueblo y su deseo de conquistar una sociedad igualitaria y democrática, desde el mismo momento en que Guaicaipuro se alzó en armas tratando de expulsar de estas tierras al conquistador español. El proceso de lucha popular que culminó momentáneamente con la muerte de Zamora durante la Guerra Federal, resurgió años después en un contexto urbano, ya en la sociedad petrolera del gomecismo. La corriente histórico-social democrática y revolucionaria renació en el año 28 y dio origen a la actual democracia representativa, en cuya agonía ha vuelto a resurgir un movimiento popular de cambio que ha permitido el triunfo electoral de Hugo Chávez, abriendo una esperanza transformadora a partir del proceso constituyente que empieza a nacer. Recordar la gesta histórica de Ezequiel Zamora, cuyos ideales han inspirado la conformación del movimiento bolivariano revolucionario, es actualizar su proyecto transformador y su ejemplo de sacrificio por la causa del pueblo.
3-. LANDER COMO IDEOLOGO DEL LIBERALISMO
Poco se ha escrito posteriormente a 1894 sobre Tomás Lander, conspicuo personaje sinónimo de la libertad y altísima expresión de resistencia a la arbitrariedad de los poderosos y especialmente la de los representantes del estado, (aún presente en nuestra actualidad expresada de múltiples formas) a quienes anteponía la tesis y por supuesto, la actitud propia, de que las leyes y el respeto a éstas siempre debe ser considerado superior
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