Dominación/ Resistencia De Los Pueblos
Enviado por ijds548 • 21 de Marzo de 2015 • 2.715 Palabras (11 Páginas) • 295 Visitas
Comprender la historia de nuestra estructura de dominación colonial nos
permitirá también indagar sobre los espacios de resistencia. ¿Cuáles fueron los
espacios de resistencia durante los procesos de colonización y cuáles son los
actuales? Se parte de una perspectiva dialéctica que analiza la lucha a través de la
relación entre los modelos dominantes y las alternativas de resistencia, más allá de
los distintos ejes que se pudieran dar por diversas situaciones dentro de la historia.
Uno de ellos, sin duda, es aquel ocurrido desde finales del siglo XV en
adelante, en donde se produce un punto de quiebre importantísimo en la historia
del mundo, dicho acontecimiento tiene que ver con la invasión de España a nuestros
territorios, con la expansión del mismo y con la imposición de una cultura, de un
lenguaje, con una forma de ver y entender el mundo y con la destrucción parcial de
otra cultura y un mundo distinto al de los españoles. También se relaciona con
procesos de aculturación forzados y con el asiento de los primeros centros urbanos
que darían lugar a las futuras ciudades hechas a imagen y semejanza de la
arquitectura española, de su concepción y administración política.
Esta confrontación cultural evidenció la existencia de dos mundos opuestos,
con órdenes sociales y políticos diferentes. El primero estaba en plena
consolidación del sistema capitalista, mientras que el nuestro, se caracterizaba por
ser una sociedad comunitaria y equitativa.
La articulación y relación de lo político-religioso en la colonia se convirtió en
la estructura material y visible de dominación, en una jerarquía social, en una red
política, en un tipo de autoridad y discurso, se montó todo un aparato para el control,
dominio y ejercicio del poder político, el cual desde sus comienzos, al estilo de las
típicas monedas romanas ha tenido y tiene dos caras, la civil y la eclesiástica que
se relacionan con el orden externo e interno, la ley terrenal y la ley divina, el
individuo, el rey y el papa, la tierra y el cielo, la carne y el espíritu o la misma moneda
metálica con diferente forma de acumulación a través del tributo y el diezmo.
Fue este poder político religioso el responsable de la destrucción parcial de
la cultura andina y de sus pueblos, de su sistema político, económico, espiritual,
lingüístico, y militar, es decir, de todo su ordenamiento social, que luego daría paso
a la implantación de un nuevo orden social arcaico, hecho a imagen y semejanza
del modelo capitalista occidental del siglo XV, pasando desde la sociedad esclavista
a la sociedad pre-capitalista, que empezó como una extraña aldea en manos de las
autoridades del Cabildo y de la religión católica, quienes eran los encargados de
implementar la cultura del dinero, la escritura, la espada y la fe, a través de la cual,
se nos ha querido hacer ver, escribir, leer, pensar y actuar como si solo existiese un
mundo, una sola realidad y una sola cultura en base a enunciados de
descubrimiento, salvación individual, educación, justicia y libertad.
Evolución de la Dominación vs la Resistencia
No hay dominante sin dominado, ni proceso de dominación sin resistencias.
A las estrategias, modalidades y mecanismos diseñados por los dominadores de
todos los tiempos corresponde una gran cantidad de expresiones, acciones,
estrategias y proyectos políticos de quienes se resisten a ser dominados aunque la
dominación de las poblaciones aborígenes tuvo muchos matices, entre el
sometimiento y la protección evangelizadora, ningún europeo dudó de sus derechos
de conquistador. La toma de posesión del territorio fue total (conocido y
desconocido) y se le dio fundamentación jurídica y teológica, por lo cual según Tania
Gómez (2010):
“España nunca entendió que las culturas aborígenes tenían una cosmovisión
diferente a la suya, por el contrario, siempre estuvo tan convencida de su mentalidad
que cayó en la megalomanía, por lo que toda manifestación diferente a ella era
catalogada como primitiva, supersticiosa y falsa.”
Durante la etapa de la conquista, la ocupación territorial, no respondía a un
propósito educativo definido. En lo que se refiere al amplio período de colonización,
el objetivo sin lugar a duda fue crear una sociedad española en América, que tanto
por conveniencia política, interés económico o vocación apostólica, demostró que
la educación en las colonias fue una pieza clave en el proceso de dominación. La
labor tenía por objetivo tanto la evangelización como el entrenamiento para el
trabajo o la adaptación a la vida urbana, un estilo de vida que era ajeno a las
costumbres locales. Iniciándose de esta manera un proceso de aculturación,
mestización y asimilación. En América Latina, el proceso de evolución ha sido
completamente diferente del europeo y, del mismo modo, el proceso por el cual ha
tenido que pasar, le ha modificado la mayor parte de su estructura y a pesar del
peso importante de la dependencia cultural tan fuerte con respecto a Europa, ha
llevado por un camino truncado a Latinoamérica.
Como nunca antes, esta parte del mundo, en la que capitalismo y
colonialismo han sido consustanciales a partir del siglo XVI, es escenario de abierta
confrontación entre fuerza sociales que apuestan a la superación de todo tipo de
enajenación y fuerzas conservadoras que apuestan a la reconstitución de su
hegemonía.
Recién durante la primera mitad del siglo XIX se produjeron los movimientos
de independencia colonial y entonces aparecen las primeras repúblicas
latinoamericanas. Pero es importante no olvidar que quienes obtuvieron la
independencia no fueron los antiguos habitantes de ese continente, sino que son
las nuevas formaciones sociales, producto de la constante evolución que ha sufrido
de incontables formas la región y que son totalmente diferentes a las que existían
antes de la colonización española y portuguesa, incluso guardando estructuras
similares al feudalismo
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