EL DESARROLLO AGRARIO PAMPEANO Y LA TRANSFORMACION DEL ESPACIO RURAL
Enviado por jem75 • 10 de Abril de 2014 • 2.092 Palabras (9 Páginas) • 481 Visitas
EL DESARROLLO AGRARIO PAMPEANO Y LA TRANSFORMACION DEL ESPACIO RURAL (1890-1930)
II.1. Espacio, región e integración regional en la Argentina Moderna
La apropiación racional del espacio es una de las acciones que definieron al hombre como ser histórico. Ello implicó la transformación del espacio natural mediante un proceso de apropiación y dominio sistemático, poniéndolo a su servicio. Bajo este proceso se produce la adaptación progresiva a la producción de bienes. El hombre inició así el camino de transformación del espacio geográfico, incidiendo y adaptando el ciclo “natural” hasta ese momento existente, y convirtiéndolo en un espacio productivo a su servicio.
En la medida en que los hombres son los agentes vivos de esa transformación de la naturaleza y creadores de valor a través de su trabajo, será necesario relacionarlos y ligarlos a ella, haciéndolos espacio, en un proceso social de producción que cree el valor adecuado para la reproducción de la comunidad y el plusvalor que permita el mantenimiento de las relaciones de poder. El espacio sin los hombres no es, socialmente considerado, nada. Los hombres sin espacio estarían faltos de la base y del medio sobre los que proyectar su fuerza de trabajo y, por tanto, incapaces de crear valor y de reproducirse. Se trata de una relación dialéctica inseparable. La riqueza es riqueza en la medida en que el hombre, a través del trabajo transforma la naturaleza en valor. Para la instauración de cualquier forma de apropiación debe seguirse un proceso de legitimación de esa forma de apropiación, abriéndose la posibilidad de un proceso de expansión de la apropiación. De ellos derivará una doble secesión de consecuencias, tanto sociales como espaciales, con repercusiones estructurales sobre el territorio.
En este proceso de apropiación del espacio la definición del concepto de región es complejo y ambiguo. Desde el punto de vista de un proceso histórico determinado, tomó forma en el último cuarto de siglo, tras arduas discusiones que significaron un cambio profundo en el concepto y sobre todo en la metodología de análisis regional, especialmente desde el ámbito de la geografía. El paradigma clásico que tenía a la región como centro de sus preocupaciones lo llevó a la práctica Vidal de la Blache y sus discípulos en sus célebres monografías regionales .
Desde un punto de vista histórico, existen razones específicas que justifican la elección de un marco de análisis histórico-regional. Por un lado la región constituye una unidad de análisis apropiada ya que el estudios regional permite seguir desarrollo evolutivo de mediana y larga duración en niveles estructurales.
En lo esencial, la unidad regional se basa en dos principios. Uno está referido a la uniformidad y el otro a la cohesión o funcionalidad, aspectos que muchas veces se combinan y se traducen en determinadas formas de organización. Así desde la geografía, surgen dos tipos de regiones: las homogéneas o uniformes, también llamadas regiones formales y las regiones funcionales, también denominadas nodales.
Las regiones formales obedecen a la concurrencia y a la conformidad entre varios fenómenos; también a la homogeneidad generada por las condiciones naturales o por el tipo de actividades o una simbiosis de ambos. También integra la concepción de región formal la repetición en un espacio determinado de hechos heterogéneos que guardan estrecha relación entre ellos.
La personalidad de la región se percibe en el paisaje. “El paisaje expresa, pues, el estado momentáneo de ciertas relaciones, de un equilibrio inestable, entre las condiciones naturales, técnicas de transformación de la naturaleza, tipos de economía y estructuras demográficas y sociales del grupo humano .
Las regiones funcionales se basan en principios de organización espacial superior: la existencia de una red urbana, las jerarquías medidas en términos de actividades, población, etc. Aparecen destacados los mecanismos de funcionalidad. Basado en la vida de relaciones, el espacio funcional se expresa más por su centro nodal y las redes que de el parten y convergen, que por sus límites. La región funcional es el último nivel en el que se encuentran y se coordinan las diferentes fuerzas que intervienen en la vida económica y social del nivel nacional. La región se caracteriza entonces, por las propiedades de sus lugares y por las relaciones entre ellos.
La teoría general de sistemas -ya citada- significó también un importante aporte al estudio de las regiones, ya que la idea de estructura, se corresponde con la de totalidad y comprende además la idea de relaciones entre las diversas partes de esa totalidad y la de la totalidad misma entre sí. La región es un conjunto espacial, es un sistema estructurado y dotado de cohesión y funcionalidad.
El concepto de región también puede considerarse como subdivisión territorial de un orden inmediatamente inferior a la sociedad nacional, que expresa la manera en que una formación social interactúa con su medio ambiente. Por ambiente entendemos -como se expuso- el conjunto de factores bióticos y abióticos, incluyendo a otras poblaciones humanas que aseguran a la formación regional su subsistencia y/o reproducción.
Hablamos de “subdivisión territorial” porque la unidad de análisis mayor de los estudios regionales es la sociedad nacional a la que, a su vez descomponemos analíticamente en regiones. La región en una división sobre la cual se aplican uno o más criterios de diferenciación. Posee un aspecto físico y u aspecto bio-social y cierto grado de autosuficiencia funcional en el sentido que algunas funciones y servicios primarios de importancia política, administrativa, social, económica, etc., están allí presentes para satisfacer la mayoría de las necesidades de los habitantes. Los límites de la misma pueden variar desde una máxima intensidad hasta una mínima intensidad. La última señala el fin de una región y el comienzo de otra. Estos límites varían según el estadio de desarrollo del país y de la región.
Una vez que aceptamos estos criterios de región, el espacio económico no es uniforme y homogéneo, como suponían los analistas regionales neoclásicos, sino geográficamente localizado, con una diversidad de dotación de recursos naturales, tradiciones históricas y culturales, etc. La región así concebida aparece como un conjunto de personas inmersas en una cadena de relaciones sociales, geográficamente localizado en un espacio determinado. En este sentido es también importante señalar la noción de complejos territoriales abordada por Alejandro Rofman .
El análisis regional comprende entonces
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