EL LIBERTADOR- resumen

EL LIBERTADOR

“En la época del dominio de la corona española en algunos sitios de América, la cultura y la riqueza de nuestros antepasados estaba siendo drenada descaradamente, lo que no contaban estos opresores era que un talento innato, entre otros estaba floreciendo para l gran aclamada libertad”

Como toda historia heroica,  este gran “héroe” tuvo que pasar por un etapa que lo convirtió en el libertador de los pueblos Americanos, su “odisea” donde a temprana edad perdió a su madre y luego a su padre, criado por Hipólita su nodriza y su mentor aquel que creía que su alumno estaba “destinado” para la grandeza en su momento adecuado.

Conoció a María teresa del Toro Alaya en Madrid donde también tuvo la oportunidad de conocer al rey Fernando VII. Se casó con María Teresa y volvió a su tierra natal, donde más adelante ella moriría de fiebre amarilla.

Era un hombre que prácticamente hacia parte de la nobleza, tenía un buen status, rodeándose de personajes, grandes pensadores en su época, si nos ponemos a pensar podríamos decir que era un gran visionario, un osado o tal vez un tonto por arriesgarse y perder parte de su posición privilegiada, esto último tal vez lo pensaría personas que seguían fielmente la corona.

Apartándome un poco la línea de la película, podría decirse que no comparto en su totalidad como muestran al Libertador, lo malo de la historia es que la escriben los vencedores, pero, ¿cuál es la verdad real?, ¿acaso era ese humilde hombre sin ambición egoísta, que solo pensaba en la libertad del pueblo, mas allá de las fronteras como una gran fraternidad?.

Algunos investigadores lo relatan cómo un hombre: déspota, traidor, oportunista, cobarde, algo tiránico. Luchó por la independencia, pero con el afán de hacer constituciones políticas a su medida. Como revela Enrique Krauze en Redentores, Carlyle señaló que, por lo menos en dos ocasiones, en diferentes lugares, Bolívar construyó una Constitución compuesta por un gobernante supremo vitalicio –él mismo– con libertad para nombrar a su sucesor. En 1828, con el pretexto de evitar “la anarquía”, se proclamó jefe supremo del Estado con el título de Libertador Presidente y se arrogó la facultad de dictar o derogar leyes.

En conclusión, si observamos estos dos aspectos podríamos decir que fuimos liberados de un sistema de gobierno algo medieval, para abrirnos paso a otro sistema de gobierno, tal vez no para mal, lo que podríamos decir, es que a pesar de ser liberados adquirimos y tomamos parte de esta “cultura” que ni siquiera era tan civilizada teniendo en cuenta: un sistema económico no era el mejor, un sistema de gobierno monárquico absoluto, creencia hacia una deidad en la cual aquellos que pensaran diferente eran quemados o eliminados por herejes, mas bien parecían una tribu que se impuso frente a otras tribus.

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