El Héroe Romántico

Universidad Nacional del Comahue

Profesorado de Lengua y Comunicación Oral y Escrita

El Héroe Romántico

Profesores: pablo Pérez

Abel combret

Año 2018

Alumna: Guadalupe olivera .

En el siguiente trabajo se analizara al protagonista de la obra  “el estudiante de salamanca” Don Félix de Montemar  como muestra del desafío de leyes y limites propios del romanticismo. Para ello se partirá de la siguiente hipótesis; leyendo al estudiante como una nueva representación del mito de “don juan”  El burlador de Sevilla .

El estudiante de salamanca es un poema que consta de 1704 versos de José de Esproceada cuya versión se publicó en 1840. El autor retoma el mito el Don Juan Tenorio  para su personaje principal, el poema está  repartido en cuatro partes, y  en él se fusiona lo narrativo-descriptivo, lo lirico y lo dramático, se puede apreciar en el poema  la locura del personaje, la visión del propio entierro, la ofensa a la honra, y lo tenebroso.

Don Félix enamora a Doña Elvira y la olvida al día siguiente. Ésta muere por el dolor que le produce el abandono de Montemar. En otro momento llega Don Diego para vengar la muerte de su hermana, culpando a Don Félix de lo sucedido. Durante el duelo ambos mueren. Después de esto, Montemar va por las oscuras calles de Salamanca, sin rumbo. De repente se le aparece una dama que viste de blanco. Fija su objetivo y se dispone a comenzar la conquista. Le hace mil preguntas, pero no responde, lo que hace que Montemar se empecine en completar su conquista. La dama se empieza a desplazar hasta el cementerio, donde Don Félix presencia su propio entierro. En un momento de debilidad se ve abrumado, pero pronto recupera su actitud altanera. Empieza a dudar de si es una dama o un espectro pero no duda en seguirla y desafía a Dios y al mismísimo diablo. El viaje se ambienta en un mundo sobrenatural, donde todo es confuso y sin explicación. Numerosos espectros los rodean formando un coro y los acompañan. En un momento, la dama se para y se digna a hablar a Don Félix. Aparece Don Diego y le obliga a casarse si quiere averiguar quién es la misteriosa dama. Al aceptar, alza el velo y descubre una macilenta calavera, producto de la putrefacción del cuerpo de Doña Elvira. Al fundirse en un beso, se crea un remolino y descubre que realmente, él también está muerto.

El poema de Espronceda recoge varios tópicos de la tradición literaria del romanticismo. Se considera a Espronceda como  el poeta romántico español por excelencia a causa de su talante byroniano y a que su poesía muestra una ideología liberal exaltada que está en sintonía con el periodo inicial de apogeo del romanticismo español.

Son notas claves el romanticismo el radical individualismo, el intenso subjetivismo y el arrebato sentimental. Por esto la imagen romántica del mundo se focaliza en una divinización de “yo”, “en un yo exaltado”, sin embargo esa divinización del “yo exaltado” es un yo desarmonico, es decir, que vive en un permanente y dramático conflicto como se aprecia durante todo el poema de Espronceda.

Podemos decir que el personaje de Don Félix de Montemar está inspirado en la obra del burlador de Sevilla, pero con notorios cambios del mismo. Entonces para comprender el personaje del estudiante de la salamanca resulta necesario abordar el mito de Don Juan. En el siglo XVII Tirso de Molina, publica su obra el “Burlador de Sevilla”. Allí aparece por primera vez el personaje de Don juan tenorio  este personaje sufre a lo  largo de la literatura una verdadera evolución ya que es retomado en obras dramáticas, narrativas, ensayos literarios. Este mito está constituido por dos elementos principales; un joven libertino y burlador y una cena macabra en la que un vivo invita a un muerto y luego un muerto a un vivo.

Este mito con el transcurso del tiempo el personaje don juan fue evolucionando. Antes el personaje don juan era el típico ateo, crítico de la religión y de Dios. Ahora el mito se centra más en tratar temas amorosos, en conquistar y seducir a mujeres. Citando a Espronceda su personaje es “segundo don juan tenorio, alma fiera e insolente, irreligioso y valiente, altanero y reñidor: siempre el insulto en los ojos, en los labios la ironía, nada teme y todo fía de su espada y su valor.”(pag. 100)

El crítico Induráin realiza un análisis de la obra y se detiene en la relación entre “El estudiante de Salamanca” y “El burlador de Sevilla”. Considera que si bien hay muchas características similares el desenlace de la obra de Tirso es aleccionador: hay un justo castigo para el pecador. En la obra de Espronceda, la muerte no es cristiana, no hay lección. Luego, al analizar al protagonista de la obra, Induráin incursiona en el sentido general del texto. Considera que Félix de Montemar, movido por su deseo, solo se orienta a realizar su voluntad como un juego. No lo mueve el amor ni el afán de descubrir lo desconocido. Tampoco busca desafiar al Creador, solo hay una actitud de afirmación del yo contra todo y mucho de exhibicionismo. Es sobre todo, según este autor, un impulso destructor o superador que lo lleva a pasar por encima de los demás.

Su generosa nobleza,

Su hermosura varonil.

Que en su arrogancia y sus vicios,

Caballeresca apostura,

Agilidad y bravura

Ninguno alcanza a igualar:

Que hasta en sus crímenes mismos,

En su impiedad y altiveza,

Pone un sello de grandeza

Don Félix de Montemar (pág. 10)

 En la obra el crítico analiza el tema del deseo y su presencia en la poesía de Espronceda. Señala que el deseo, como ilusión, como impulso, desaparece cuando lo deseado se realiza. Hay un antes y un después en la relación amorosa. Una vez probada, conquistada, la mujer es abandonada y resurge el deseo ante una nueva posibilidad de conquista como se puede observar en esta cita “Corazón gastado, mofa De la mujer que corteja, y hoy despreciándola, deja la que ayer se le rindió ni el porvenir temió nunca, ni recuerda en lo pasado la mujer que ha abandonado, ni el dinero que perdió.”(pág. 9)

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