Ensayo James Knox Paul

Departamento de Educación
Escuela Superior Vocacional
Bernardino Cordero Bernard

James Knox Polk

Stephanie Madera Muñiz
Historia de los Estados Unidos
Sra. Borrero

     En este mundo la mayoría de las veces las personas saben más de lo mismo y no de lo que existe y aun ni lo saben. Por ejemplo, hablamos de los presidentes, si le preguntas a un niño, adolescente y siquiera un adulto que te mencione varios presidentes de los Estados Unidos ¿qué te contestarán? Te mencionaran lo que muchos de nosotros conocemos como Lincoln, Washington, Jefferson, Kennedy, Obama y porque la mayoría salen en los billetes que a diario usamos. Lo que muchos no saben es que ha habido más presidentes de los que tú te puedas imaginar. Pero aquí hablaremos más afondo del presidente número once James Polk.

    James Knox Polk nació el 2 de noviembre de 1785 en la pequeña ciudad de Pineville, en Condado de Mecklenburg; en el Estado de Carolina del Norte. La familia Polk era irlandesa, la madre Jane Knox Polk era descendiente de John Knox; el célebre reformador religioso escoces. En 1806, cuando Polk tenía la edad de once años, su familia se mudó a Tennessee; donde su padre Samuel Polk trabajo de granjero y topógrafo. En 1815 se incorporó a la clase de segundo año de Derecho siendo la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill su alma mater, graduándose en el 1818 con altos honores. Después de graduarse, Polk regreso a Nashville, Tennessee; y continúo estudiando bajo la dirección de Felix Grandy, un famoso y respetado abogado y político. Grandy se convirtió en el mentor de Polk en el mundo del derecho y gracias a sus enseñanzas el futuro presidente pudo entrar al ejercito de la abogacía por la puerta grande. Para el 1823 contrajo matrimonio con Sarah Childress quien era en ese entonces una joven bastante alta, con el pelo negro, ojos marrones y coloración amarillenta. Los Polks no tenían hijos propios, pero plantearon un sobrino.

    Aparte de ser abogado Polk fue dirigente de la Cámara de Representantes durante sus últimos dos términos en el Congreso, de 1835 a 1839. Permaneció en Cámara de Representantes y fácilmente pudo haber sido reelecto en 1839. Sin embargo, fue persuadido de lanzarse a gobernador de Tennessee. En 1841 fue derrotado en la reelección y volvió a ser derrotado dos años más tarde. A los nueve meses de su segunda derrota para la gubernatura de Tennessee, es nominado por el Partido Demócrata como el candidato a la presidencia de los Estados Unidos. Al igual que Jackson, estaba a favor de la anexión inmediata de Texas, argumentando que esta región había sido parte de los Estados Unidos antes de que John Quincy Adams la hubiera cedido a España en el Tratado Adams-Onís de 1819.

    Polk ganó la presidencia por 170 votos electorales contra 105 de Clay. En Washington, el 4 de marzo de 1845, un día de clima nublado y lluvioso, se vio contrastado agudamente por el discurso de Polk. Fue un mensaje de esperanza y de confianza para un joven nación de un presidente que por su parte también era más joven que cualquiera de sus antecesores. Más de una parte estuvo dedicado al nuevo espíritu de la expansión continental. Luego de quince meses después de haber asumido la presidencia presidio la añadidura a Estados Unidos de dos inmensas regiones; Texas y Oregón, no solo cumpliendo su promesa de la plataforma demócrata sobre el cual había sido electo, sino también acercándose a la realización de su sueño de expansión continental. Las relaciones con México se acercaba a una crisis, y Polk tenía su atención dividida entre las dos situaciones. Como con su política respecto a Texas, existían insinuaciones de que tenía a California en mente. El arreglo sobre la cuestión del Oregón  podría disuadir a la Gran Bretaña de adquirir California, dejando el camino libre para la adquisición estadounidense por medio de negociaciones con México. La frecuencia de la revolución, exacerbada por la incapacidad de los extranjeros de apreciar las diferencias culturales, resulto frecuentemente en la perdida de propiedad de parte de nacionales extranjeros. Aunque Jackson una vez había amenazado con guerra a México por el asunto de la deuda, el curdo de Estados Unidos había sido pacífico. El asunto fue sometido al arbitraje, el tamaño de la deuda disminuyó y México acordó pagarle a plazos a los Estados Unidos. Después de unos cuantos abonos, México fallo en su compromiso económico. A muchos estadounidenses les parecía que California era un pago adecuado para saldar la deuda pendiente de México con Estados Unidos, especialmente ahora que un gran numero de emigrantes cruzaban las llanuras y montañas para instalarse en los valles interiores de California. Después de varios asuntos Polk presento ante el Congreso un mensaje de guerra esperando que México pidiera paz pero ellos se negaban a rendirse.

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