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Enviado por • 4 de Marzo de 2014 • 4.089 Palabras (17 Páginas) • 260 Visitas
Kotter, J.P. y otros, Lo que de verdad hacen los líderes, Harvard Business Review,
Noviembre 2005.
Lo que de verdad hacen los líderes
por John P. Kotter
El liderazgo es diferente de la gestión, pero no por los motivos que piensa la
mayoría de la gente. El liderazgo no es algo místico y misterioso. No tiene nada
que ver con tener “carisma” u otro exótico rasgo de la personalidad. No es el
territorio de unos cuantos elegidos. El liderazgo tampoco es necesariamente mejor
que la gestión o un reemplazo de ella.
Por el contrario, el liderazgo y la gestión son dos sistemas de acción
distintos y complementarios. Cada uno tiene su propia función y actividades
características. Ambos son necesarios para tener éxito en un entorno de negocios
cada vez más complejo y volátil.
Actualmente, la mayoría de las corporaciones estadounidenses son
gestionadas en exceso y débilmente lideradas.
Necesitan desarrollar su capacidad para ejercer el liderazgo. Las corporaciones
exitosas no esperan que los líderes surjan de forma espontánea. Buscan
activamente a personas que cuenten con potencial de liderazgo y las exponen a
experiencias en sus carreras, que son diseñadas para desarrollar ese potencial.
De hecho, con una selección, formación y apoyo cuidadosos, decenas de
personas pueden desempeñar importantes roles de liderazgo en una organización
de negocios.
Mientras mejoran su capacidad para liderar, las empresas deberían
recordar que un liderazgo fuerte con una gestión débil no es mejor, y en ocasiones
es incluso peor, que el caso contrario. El verdadero desafío es combinar un
liderazgo fuerte con una gestión fuerte, y usar a cada uno para equilibrar al otro.
Desde luego, no todos pueden ser buenos en liderazgo y en gestión a la
vez. Algunas personas tienen la capacidad de convertirse en excelentes
ejecutivos, pero no en líderes fuertes. Otras tienen un gran potencial de liderazgo,
pero por una serie de razones se les hace muy difícil convertirse en ejecutivos
fuertes. Las empresas inteligentes valoran a los dos tipos de personas, y trabajan
duro para integrarlas a su equipo.
Pero cuando se trata de preparar a las personas para cargos ejecutivos,
estas compañías ignoran derechamente la literatura más reciente que afirma que
las personas no pueden gestionar y liderar al mismo tiempo, ya que tratan de
desarrollar líderes-ejecutivos. Una vez que las empresas entienden la diferencia
fundamental entre liderazgo y gestión, pueden comenzar a preparar a su mejor
gente para que brinden ambas cosas.
La diferencia entre gestión y liderazgo
La gestión se ocupa de enfrentar la complejidad.
Sus prácticas y procedimientos son en gran medida una respuesta a uno de los
acontecimientos más significativos del siglo 20: la aparición de las grandes
organizaciones. Sin una buena gestión, las empresas complejas tienden a
volverse de tal manera caóticas que incluso ponen en riesgo su propia existencia.
La buena gestión aporta un grado de orden y consistencia a dimensiones clave,
como la calidad y la rentabilidad de los productos.
El liderazgo, por contraste, se ocupa de enfrentar el cambio. Parte del
motivo por el que ha llegado a ser tan importante en años recientes, es que el
mundo de los negocios se ha vuelto más competitivo y volátil. El cambio
tecnológico cada vez más acelerado, la mayor competencia internacional, la
desregulación de los mercados, la saturación en los sectores intensivos en capital,
un cartel del petróleo inestable, inversionistas armados de bonos basura y la
cambiante demografía de la fuerza de trabajo se encuentran entre los numerosos
factores que han contribuido a este cambio. El resultado neto es que ya no es
garantía para el éxito hacer lo que se hacía ayer, o hacerlo un 5% mejor. Cada vez
son más necesarios cambios mayores para sobrevivir y competir eficazmente en
este nuevo entorno. Más cambios requieren siempre de más liderazgo.
Considere una sencilla analogía militar: un ejército en tiempos de paz puede
sobrevivir con una buena administración y gestión en sus distintos niveles
jerárquicos, además de un buen liderazgo concentrado en la cima. Un ejército en
tiempos de guerra, sin embargo, necesita un liderazgo competente en todos los
niveles. Hasta ahora nadie ha descubierto cómo gestionar eficazmente a las
personas para llevarlas al campo de batalla, ellas deben ser lideradas.
Estas dos funciones distintas –enfrentar la complejidad y enfrentar el
cambio– configuran las actividades características de la gestión y el liderazgo.
Cada sistema de acción involucra decidir lo que se debe hacer, crear redes de
personas y relaciones que puedan llevar a cabo una agenda, y posteriormente
tratar de asegurarse de que esas personas hagan el trabajo. Pero cada una
realiza estas tres tareas de forma diferente.
En primer lugar, las empresas gestionan la complejidad mediante la
planificación y la elaboración de presupuestos, fijando objetivos o metas para el
futuro (usualmente, para el año o el mes siguiente), estableciendo medidas
detalladas ara alcanzar los objetivos, y luego asignando recursos para cumplir con
esos planes. Por contraste, para liderar a una organización hacia el cambio
constructivo, se debe empezar por fijar una orientación: elaborando una visión del
futuro (a menudo, del futuro distante) junto con las estrategias para generar los
cambios que son necesarios para lograr esa visión.
La gestión desarrolla la capacidad para cumplir con su plan mediante la
organización y la dotación de personal: creando una estructura organizacional y un
conjunto de cargos para cumplir los requerimientos del plan, dotando a esos
puestos con individuos calificados, comunicando el plan a esas personas,
delegando la responsabilidad para la ejecución del plan, e ideando sistemas para
monitorear su implementación. Sin embargo, la actividad de liderazgo equivalente
es alinear a las personas. Esto significa comunicar la nueva orientación a quienes
pueden crear coaliciones, comprenden la visión y están comprometidos con su
logro.
Por último, la gestión asegura el logro del plan mediante el control y la
resolución de problemas: monitoreando con cierto
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