Estrategia Del Shock Y Regreso De Los Chicago Boys

Tras 17 años de dictadura que puso fin a la Unidad Popular de Salvador Allende, y a dos decenios de una democracia bajo tutela establecida en una “transición pactada”, conducida por la Concertación de los Partidos por la Democracia (PS, DC), el pueblo chileno conocería las alegrías de las alternancias, cuando el dia11 marzo 2010, el magnate Sebastián Piñera sucedió a la presidenta socialista Michelle Bachelet. Conquistando la primera magistratura en nombre de la coalición Alianza por el Cambio (que reagrupa a neoliberales y ultraconservadores) producto de múltiples promesas maravillosas, apelando a la conformación de un gobierno de excelencia y de la cultura del trabajo bien hecho. Esto marco un giro histórico y político, llegándose a hablar de una “segunda transición.”

La derrota de la Concertación vinculados con el condescendiente apoyo del partido comunista, se comprende por; desarrollar y profundizar durante dos decenios el modelo de concentración económico neoliberal insustentable con el medio ambiente, además, de la escasa justicia de las graves violaciones de los derechos humanos de los familiares de DD.DD, la permanencia de la ley de amnistía de 1978 y la muerte de Pinochet sin haber sido juzgado, ausencia de voluntad política para cambiar la maquillada Constitución de 1980 y la continuidad de la represión ante las demandas históricas del pueblo mapuche, trabajadores y estudiantes, por estas razones, la ciudadanía esperanzada en las promesas de cambio de la derecha, terminara castigando a la centroizquierda inclinándose finalmente por el supuesto mal menor. Y para cerrar con broche de oro el 10 de marzo de 2010 justo cuando Chile ingresa a la OCDE, la ya desenmascarada centro izquierda en el último día de Bachelet en el poder, como respuesta a la crisis sanitaria del salmón (virus ISA) decide vender parte de la patria hipotecando la soberanía mar austral como forma de premio de salvaguarda a las transnacionales acuícolas, ratificando que las perdidas se socializan y las ganancias se privatizan.

Paralelamente, mientras se daba curso a la entrega del mando a los patrones de la derecha en pleno contexto de desorden publico post terremoto-tsunami, que obligo a decretar toque de queda y estado de sitio para las regiones afectadas que, al mismo tiempo, dejaba en evidencia la profunda fractura social de la sociedad como consecuencia de casi cuatro décadas de neoliberalismo, por estas razones, se presentaban todas las condiciones necesarias para imponer una reconstrucción del país en beneficio de los grandes grupos económicos, al amparo de una estrategia de choque neoliberal, coordinada por el lobby de un nuevo gabinete de ministros poco representativo que en su mayoría provienen de universidades o fueron autoridades de los grupos económicos pertenecientes a las familias mas ricas del país, denominados como los dueños de Chile. Por lo tanto, queda demostrado que este era un gobierno

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