¿Existe America Latina? Reflexion en Dos Tiempos

Introducción

La identidad del hombre latinoamericano ha sido conflictiva y oscura desde sus propios orígenes históricos. La nueva tierra, los viejos malentendidos de la sorpresa europea, la influencia no pocas veces contradictoria de las tres culturas fundadoras: española, indígena y africana; y fueron los elementos más numerosos y persistentes de la presencia africana.

Oriente en este contexto es la región oriental del entonces conocido mundo, que se ha ido revelando a los europeos en sucesivas exploraciones y que comenzaron a estudiar desde principios del siglo XVI. Así, tan pronto como los europeos empezaron a pensar en esta región, inevitablemente tropezaron con su extraño carácter, las peculiaridades de sus costumbres y cultura, lo que despertó su curiosidad y su deseo de averiguarlo. Incluso pudieron hacer esto en algunos casos. Sin embargo, sus intentos iniciales de crear una imagen correcta de Oriente no los llevaron muy lejos. Y fueron más lejos en sus esfuerzos. Durante mucho tiempo, muchos de los viajeros europeos más importantes fueron prisioneros de sus ideas preconcebidas y sus prejuicios. Estos viajeros no eran necesariamente gente sencilla. Algunos eran hombres de ciencia y erudición, pero otros eran simples viajeros sin conocimiento de Oriente.

Pero la complejidad histórica y cultural de América Latina se complicó aún más cuando se produjo la llegada de los europeos a las costas del Océano Pacífico. Desde un principio, la historia de la identidad latinoamericana estuvo marcada por la relación con este otro misterioso, y también por el deseo constante de definirlo a él ya su gente, es decir, el español y el indio, indígena y africano. En estos diferentes escenarios.

La identidad del hombre latinoamericano ha sido conflictiva y oscura desde sus propios orígenes históricos. La nueva tierra, los viejos malentendidos de la sorpresa europea, la influencia no pocas veces contradictoria de las tres culturas fundadoras: española, indígena y africana.

y fueron los elementos más numerosos y persistentes de la presencia africana. Pero la complejidad histórica y cultural de América Latina se complicó aún más cuando se produjo la llegada de los europeos a las costas del Océano Pacífico. Desde un principio, la historia de la identidad latinoamericana estuvo marcada por la relación con este otro misterioso, y también por el deseo constante de definirlo a él ya su gente, es decir, el español y el indio, indígena y africano. En estos diferentes escenarios

La identidad de América Latina aparece de diferentes formas: como fusión de culturas, como crisol, como mestizaje, como mosaico de orígenes diversos y como unión de lenguas. En ocasiones aparece en diferentes aspectos, pero siempre de forma imperfecta y fragmentaria. La identidad de América Latina es una cosa muy complicada, cuyos componentes han ido cambiando y fluctuando constantemente. Un pueblo de tal diversidad puede tener una unidad que es más difícil de definir. La idea de una identidad estadounidense.

El hecho fundamental del pensamiento revolucionario de Europa está en la Carta de Colón a los Reyes Católicos. Esa carta fue y sigue siendo un gran acontecimiento político, religioso e histórico. En esa carta, Colón escribe sobre el mundo, pero también sobre una percepción completamente nueva del mundo. Lo llama "un mundo nuevo". No es una tierra más. No es otro continente. Es el nuevo mundo de la tierra, el "mundo nuevo" de la tierra. Lo que él ve como nuevo en el mundo, lo llama un nuevo "mundo". Colón habla de "otros mundos", no de otros continentes. Él llama a este nuevo mundo el mundo "más ilustre" y "maravilloso". No es un continente nuevo, no es un mundo nuevo. Es el nuevo mundo, un mundo "lleno de maravillas". El nuevo mundo es un mundo "increíble". Es un mundo de increíbles maravillas. Es lo mas maravilloso.

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