Feria Mundial De Nueva York 1964-65

Más de 100 años después de la Feria Mundial de primera en 1851, la Feria 1964/1965 Mundial de Nueva York abrió el 22 de abril de 1964. Al igual que sus predecesores, la feria, ideada por el planificador Robert Moses, mostró las últimas innovaciones tecnológicas. Y de manera apropiada para su época, la feria impulsada por la paz mundial y la aceptación intercultural, debutando nada menos que Disneyland "Es un mundo pequeño" atracción. Pero las ambiciones de la feria pudo haber sido demasiado alto. A continuación, a partir de un artículo en la revista American Heritage, John Steele Gordon explica cómo el evento se convirtió en algo de un desastre.

Tuvo no menos de tres temas oficiales, "los logros del hombre en un globo reduce en un universo en expansión", el muy torpe, menos que el original: "La paz mediante el entendimiento," y el más o sentido menos "Un Milenio de Progreso". Su símbolo fue el Unisphere, que todavía se puede ver en el Parque Flushing Meadows, donde se celebró la feria. Ni siquiera era justo un mundo oficial, y la mayoría de los principales países que boicotearon. Fue un desastre financiero.

Oficialmente, la Feria Mundial de Nueva York de 1964 y 1965 celebró el 300 aniversario de la captura británica de Nueva York de los holandeses en 1664. Extraoficialmente, se celebró el 25 aniversario de la recordada 1939-40 Mundial de Nueva York la Feria, que había ofrecido la exposición Futurama de General Motors, Aquacade de Billy Rose, y el salto en paracaídas que más tarde se trasladó a Coney Island. La feria 1939-40 había celebrado ostensiblemente el 150 aniversario de la inauguración de George Washington como presidente en 1789. Esa fue una buena excusa, pero la verdadera razón era deshacerse de un adefesio gigantesco en el corazón del barrio de Queens, los vertederos de Corona. Al hacer la descarga del sitio de la Feria Mundial, se razonó, Ciudad de Nueva York podría utilizar las ganancias para crear un parque después de haber cerrado. Desafortunadamente la feria perdido dinero y era capaz de pagar sólo el 33 por ciento de lo que se había invertido en ella. El parque quedó sin terminar.

El principal motor detrás de la Feria Mundial de 1939-40, Robert Moses, el comisionado de parques de la ciudad, decidieron probar otra vez. Un ejecutivo de talento (y un burócrata nacido, con un genio para ganar el control de las palancas del poder), Moisés también era imperiosa y espinoso de las relaciones públicas. La corporación formada para ejecutar el justo (dirigida por Moisés en un sueldo de 100.000 dólares, en momentos en que el alcalde de Nueva York, ganó US $ 40.000) emitió $ 35 millones en seis por ciento en bonos, y la ciudad de Nueva York le dio los $ justo 24 millones para mejoras al parque. Ambas sumas debían ser pagados de las ganancias. Para asegurar esos beneficios, se decidió a cobrar el alquiler de espacio de exposición y para ejecutar la feria durante dos años.

Estas decisiones violan las normas de la Oficina de Exposiciones Internacionales, con sede en París. Moisés fue a París y pidió a la BIE para sancionar a la de Nueva York justo de todos modos. Cuando

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