Grandes Frases De La Cristiandad

Fray Diego de Landa nació en Cifuentes, Guadalajara, España. Se convirtió en un monje franciscano en 1541, y fue enviado como uno de los primeros franciscanos a Yucatán, llegando en 1549. Landa fue el encargado de llevar la fe católica a los pueblos mayas después de la conquista española de Yucatán.

Su misión era convertir a los mayas al catolicismo después de la conquista española. Comenzó su trabajo en la misión de San Antonio en Izamal.

Diego de Landa fue incansable en sus esfuerzos por caminar toda la península de Yucatán y difundir la religión católica. Se fue donde otros españoles no irían, y lo convirtió en su misión de aprender mucho sobre la cultura maya como pudo, probablemente con el motivo de que sería más fácil para luego destruirlos. Los mayas eran personas muy agradables, así que no fue difícil para Diego acercase a los mayas. Fue recibido y estimado al principio, y el pueblo maya le mostró algunos de sus escritos sagrados.

Diego tuvo que fingir estar interesado, y pretender agradecimiento, pero a Diego de Landa, el hecho de que estos escritos existía, eran evidencias de las creencias diabólicas. Fue implacable en la persecución de su objetivo: convertir a tantas almas como sea posible y eliminar las prácticas paganas, permitiendo así la segunda venida de Cristo para su pronta llegada.

Después de que Diego De Landa aprendido lo suficiente acerca de la cultura maya y incluso hizo fluido su lengua indígena-, entonces se sintieron cómodos y empezaron a introducir el cristianismo a los mayas.

Los mayas respetuosamente rechazaron la religión cristiana, porque no era su estilo de vida. Los mayas consideraron que cada pueblo debe tener sus propias creencias, cada uno debe permanecer con sus formas en paz.

Diego de Landa fue ofendido por los mayas, se sintió faltado al respeto y ya no es lo que quería preguntar a los mayas si querían ser cristianos, pero ahora eligió una ruta de agresión física y el abuso, que se consideraba excesivo incluso por otros miembros de la Iglesia Católica que también ejercieron fuertemente la conversión de otros pueblos indígenas.

En 1562 ordenó una inquisición en Maní, quemando al menos 40 códices mayas, y al menos 20.000 artefactos, etc. Decenas de nobles y plebeyos mayas fueron encarcelados, interrogados y torturados. La violencia fue tal que muchos mayas huyeron a los bosques para evitar la tortura extrema abuso, e incluso de ser quemado vivo en la hoguera.

Diego de Landa se cree que hubo dicho: "Hemos encontrado un gran número de libros, y todos ellos no cristianos, su encuentro, pues, es considerado diabólico, por lo que los quemamos todos, y cuando los hizo quemar los libros, los mayas sufrieron hasta un grado increíble, lo que provocó mucha tribulación ".

Cuando Diego de Landa ordenó que todos

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