La Muestra Mas Grande De Amor
Enviado por solangel • 11 de Julio de 2011 • 995 Palabras (4 Páginas) • 1.450 Visitas
LA MUESTRA MÁS GRANDE DE AMOR…
Aún no llego a comprender cómo ocurrió, si fue real o un sueño.
Solo recuerdo que ya era tarde y estaba en mi sofá preferido con
un buen libro en la mano. El cansancio me fue venciendo y empecé a
cabecear...
En algún lugar entre la semi-inconsciencia y los sueños, me encontré
en aquel inmenso salón, no tenía nada en especial salvo una pared
llena de tarjeteros, como los que tienen las grandes bibliotecas.
Los ficheros iban del suelo al techo y parecía interminable en ambas
direcciones.
Tenían diferentes rótulos. Al acercarme, me llamó la atención un
cajón titulado: "Muchachas que me han gustado". Lo abrí
descuidadamente y empecé a pasar las fichas. Tuve que detenerme por
la impresión, había reconocido el nombre de cada una de ellas: ¡se
trataba de las muchachas que a MI me habían gustado!
Sin que nadie me lo dijera, empecé a sospechar de donde me
encontraba. Este inmenso salón, con sus interminables ficheros, era
un crudo catálogo de toda mi existencia.
Estaban escritas las acciones de cada momento de mi vida, pequeños y
grandes detalles, momentos que mi memoria había ya olvidado.
Un sentimiento de expectación y curiosidad, acompañado de intriga,
empezó a recorrerme mientras abría los ficheros al azar para
explorar su contenido.
Algunos me trajeron alegría y momentos dulces; otros, por el
contrario, un sentimiento de vergüenza y culpa tan intensos que tuve
que volverme para ver si alguien me observaba.
El archivo "Amigos" estaba al lado de "Amigos que traicioné" y
"Amigos que abandoné cuando más me necesitaban".
Los títulos iban de lo mundano a lo ridículo. "Libros que he leído",
"Mentiras que he dicho", "Consuelo que he dado", "Chistes que
conté", otros títulos eran:”Asuntos por los que he peleado con
mis hermanos", "Cosas hechas cuando estaba molesto", "Murmuraciones
cuando mamá me reprendía de niño", "Videos que he visto"...
No dejaba de sorprenderme de los títulos.
En algunos ficheros había muchas más tarjetas de las que esperaba y
otras veces menos de lo que yo pensaba. Estaba atónito del volumen
de información de mi vida que había acumulado.
¿Sería posible que hubiera tenido el tiempo de escribir cada una de
esas millones de tarjetas? Pero cada tarjeta confirmaba la verdad.
Cada una escrita con mi letra, cada una llevaba mi firma.
Cuando vi el archivo "Canciones que he escuchado" quedé atónito al
descubrir que tenía más de tres cuadras de profundidad y, ni aun
así, vi su fin.
Me sentí avergonzado, no por la calidad de la música, sino por la
gran cantidad de tiempo que demostraba haber perdido.
Cuando llegué al archivo: "Pensamientos lujuriosos" un escalofrío
recorrió mi cuerpo. Solo abrí el cajón unos centímetros. Me
avergonzaría conocer su tamaño. Saqué una ficha al azar y me conmoví
por su contenido. Me sentí asqueado al constatar que "ese" momento,
escondido en la oscuridad,
...