LA VENAS ABIERTAS DE AMERICA LATINA

En 1908 John Kenneth Turner describió a nuestro país como “México Bárbaro’’, recogió en su ensayo estragos de la explotación indígena y guerra de castas, por cierto reprimidas. En 1913 cuando el general-héroe-dictador oaxaqueño Porfirio Díaz se fue de nuestro país que lo llevó al destierro y a su sueño francés: “Adiós Patria querida, no vayan a despertar al México bronco’’.

El ilustre pensador veracruzano mexicano, Jesús Reyes Heroles, cuando el país sufría la cólera de inconformidad hace más de cuatro décadas advirtió, no despertar al México bronco, que coincidió en pensamiento en 1971 con Eduardo Galeano, periodista, ensayista y escritor uruguayo que aportó al mundo el libro: “Las venas abiertas de América Latina’’.

A qué viene esto. Simple. Los estragos de la supuesta ejecución de 22 personas a manos de militares hayan sido delincuentes o no en el municipio de Tlatlaya, estado de México a fines de junio y lo ocurrido el 26 de septiembre en Iguala, Guerreo contra 43 normalistas de la escuela, no colegio: “Raúl Isidro Burgos’’, tienen en vilo al gobierno federal y sobre todo en entredicho internacional al país.

Lo ocurrido en la marcha de deudos de Ayotzinapa, Guerrero en la Ciudad de México, marcó un precedente. Que el líder del rompimiento “interno’’ del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Cuauhtémoc Cárdenas que llegó a lo más álgido en 1988 haya sido agredido por juventudes izquierdistas que tanto presumen, no es más que una respuesta a un alto a la “impunidad’’ porque ni el tricolor, PRD, PAN y los que quieran han podido cambiar eso, menos vividores del Verde Ecologista de México (PVEM) u otros.

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