LOS MAYAS, LOS AZTECAS Y LA COLONIZACIÓN
Enviado por 24031991 • 2 de Febrero de 2014 • 3.438 Palabras (14 Páginas) • 397 Visitas
LOS MAYAS
La civilización maya habitó una gran parte de la región denominada Mesoamérica, donde hoy en día podemos encontrar a Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y en lo comprendido por cinco estados del sureste de México: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, con una historia de aproximadamente 3000 años.
Durante este tiempo, en ese territorio se hablaron cientos de dialectos que generan hoy cerca de 44 lenguas mayas diferentes. Hablar de los "mayas" es referirse a la historia de una de las culturas mesoamericanas precolombinas más importantes, pues su legado científico y astronómico es mundial. Por el contrario a una creencia muy general, la civilización maya nunca "desapareció". Bueno no por completo, pues sus descendientes aún viven en la región y muchos de ellos hablan alguno de los idiomas de la familia máyense.
La literatura maya ilustra esta cultura. Obras como el Rabinal Achí, el Popol Vuh, los diversos libros del Chilam Balam, son muestra de ello. Lo que sí fue destruido con la conquista es el modelo de civilización que hasta la llegada de los primeros españoles, había generado tres milenios de historia.
La conquista española de los pueblos mayas se dio en el año 1697, con la toma de Tayasal, la capital de los mayas Itzá, y Zacpetén, capital de los mayas Ko'woj, en el Petén (hoy llamada Guatemala). El último estado maya desapareció cuando el gobierno mexicano de Porfirio Díaz ocupó en 1901 su capital, Chan Santa Cruz, donde finalizaron la denominada Guerra de Castas.
Los mayas fueron impresionantes constructores desde el Preclásico medio y grandes ciudades como Nakbé, El Mirador, San Bartolo, Cival, ubicadas en la Cuenca del Mirador, en el norte del Petén, y durante el preclásico, las conocidas ciudades de Tikal, Quiriguá (siendo ambas las primeras ciudades en ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1979 y 1981 respectivamente), Palenque, Copán, Río Azul, Calakmul, Comalcalco (construida de ladrillo cocido), así como Ceibal, Cancuén, Machaquilá, Dos Pilas, Uaxactún, Altún Ha, Piedras Negras y muchos otros sitios en el área. Se puede clasificar como un imperio, pero no sabemos si al momento de colonizar impusieron su cultura o si fue un fruto de su organización en ciudades-estado independientes cuya base eran la agricultura y el comercio. Los monumentos más notables son las pirámides que construyeron en sus centros religiosos, junto a los palacios de sus gobernantes (lugares de gobierno y residencia de los nobles), siendo el Cancuén el más grande encontrado hasta los momentos, en el sur del Petén, muchas de estas estructuras estaban decoradas con pinturas murales y adornos de estuco. Otros restos arqueológicos importantes encontradas son las losas de piedra tallada usualmente llamadas estelas (los mayas las llamaban tetún, ‘tres piedras’), que muestran efigies de los gobernantes junto a textos logográficos que describen sus genealogías, entronizaciones, victorias militares, y otros logros. La cerámica maya está catalogada como una de las más variadas, finas y elaboradas del mundo antiguo.
Los mayas participaban en el comercio a larga distancia en Mesoamérica, y posiblemente más allá. Entre los bienes de comercio estaban el jade, el cacao, el maíz, la sal y la obsidiana.
LOS AZTECAS
Estos fueron los fundadores de la ciudad de Tenochtitlán los aztecas se establecieron definitivamente hasta la llegada de los españoles. Salieron de Aztlán (lugar que no conocemos) convencidos por el dios Huitzilopochtli para buscar un sitio nuevo. Tras un camino largo y duro llegaron al Valle de México. Se establecieron en Chapultec, pero fueron botados de allí. Pidieron al señor de Culhuacán una tierra donde ir, y él les dio Tizapán, que estaba lleno de serpientes venenosas; pero no fue problema porque ellos se las comieron asadas. Después de un tiempo pidieron al señor del pueblo vecino (los culhuas) que le entregase a su hija para casarla con el dios. Luego la muchacha fue ofrecida como sacrificio y cuando su padre se enteró, tuvieron que huir hacia los lagos. Esto era ya en el año 1323. En el lago Texcoco vieron una señal del dios: un águila, en un nopal, devorando a una serpiente; y fundaron allí la ciudad de Tenochtitlán, que significa donde está el nopal silvestre. Esto es lo que cuentan las historias aztecas.
Generalmente llamamos aztecas a los habitantes de los territorios conquistados por Hernán Cortés, aplicando así, ese término no sólo a los propios aztecas sino también a los mexicas.
Sus principales cultivos son: maíz, tabaco, chiles, fruta y maguey.
Los aztecas, hablaban una lengua llamada náhuatl. La escritura era pictogramas, ideogramas y signos fonéticos. En sus escritos queda reflejada su propia historia, geografía, economía, religión y demás.
Algunos códices han llegado hasta nuestros días. De ellos el conocido como Códice Borbónico es anterior a la llegada de los españoles. Es un libro-calendario con dos partes, la primera un libro de los destinos (tonalamalt) y la segunda las fiestas de los meses (xiuhpohualli).
Los poemas aztecas podían ser recitados o cantados al ritmo de tambores y trompetas. Algunas veces incluían palabras que no tenían ningún significado y que sólo servían para marcar el ritmo. Frecuentemente eran dedicados a los dioses, pero también trataban de otros temas como la amistad, la guerra, el amor y la vida. Algunos reyes fueron famosos poetas, como por ejemplo Nezahualcóyotl de Texcoco (1402-1472).
Según los aztecas el mundo fue creado y destruido cuatro veces. Luego fue creado por los dioses por quinta vez. Ellos hicieron la tierra y la separaron del cielo. Después el dios Quetzalcóatl creó los hombres y las plantas que los alimentan. Los aztecas contaban esto así: “hicieron luego el fuego, y hecho, hicieron medio sol, el cual, por no ser entero, no relumbraba mucho, sino poco. Luego hicieron un hombre y a una mujer: al hombre le dijeron Uxumuco y a la mujer Cipactonal. Y les mandaron que labrasen la tierra; y a ella que hilase y tejiese. Y que de ellos nacerían los macehuales y que lo holgasen, sino que siempre trabajasen. Y a ellas le dieron los dioses ciertos granos de maíz, para que con ellos curasen y usase de adivinanzas y hechicerías, y así lo usan hoy en día de hacer las mujeres.”
Tenían numerosos dioses:
• Coatlicue, la diosa de la tierra.
• Huitzilopochtli, el dios de la guerra.
• En la poesía Ipalnemoani (por quien se vive), la fuerza suprema.
• Cada aspecto de la vida sexual estaba asociado a un dios diferente. Así, Xochipilli era el dios de las flores, del amor, de la fertilidad y de las relaciones sexuales ilícitas; al igual que su esposa, la diosa Xochiquétzal, quien, además
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