La Fachada Retablo Latinoamericano

El barroco, fue un movimiento artístico, destacado por sus fuerzas características religiosas, regido por el espíritu contrarreformista católico y cortesano. Se desarrolló durante los siglos XVII y XVIII y se expandió desde Italia a todos los países europeos y las colonias españolas y portuguesas, apreciándose una evolución que pasó de la claridad a la confusión, de la austeridad a lo recargado y de lo real a lo ideal. Su sentido de movimiento, su energía, los contrastes de la luz, las sombras, la exuberante decoración son algunas típicas características que intentaban transportar a los fieles a un plano elevado, ideal, en contacto con el mundo divino .

La arquitectura barroca latinoamericana, durante los siglos XVII y XVIII, adquirió gran importancia con respecto a las otras artes, quizá porque había necesidad de crear iglesias para reforzar la fe de las poblaciones apenas cristianizadas . El Barroco colonial fue afectado de la idiosincrasia del lugar en el que se ejecutaba, por eso va a desarrollarse conservando las pautas generales del estilo peninsular pero con algunas peculiaridades ya que se desarrolló en un ambiente conformado por europeos, indígenas y africanos. Además, la riqueza material abundante contribuyó a constituir una expresión genuina con un claro predominio del elemento decorativo en los interiores pero sobre todo en las fachadas de los edificios, creando las denominadas fachadas-retablo. Los arquitectos de América pusieron énfasis en la decoración usando relieves por piedras y ladrillos policromadas autóctonas, diferentes en cada área geográfica, como por ejemplo el tezontle en México, la piedra rojiza en Zacateras, la verde en Oaxaca y la tufa blanca en Perú. Su principal finalidad, es repetir en el exterior, la exuberancia decorativa del interior. Usaban símbolos de las culturas indígenas, como mazorcas de maíz, instrumentos musicales, animales americanos, adornos de plumas y otros ya que en la construcción de los edificios participaban tan españoles como los indígenas. Estas fachadas retablos, recargadas con composiciones icnográficas que traían la intensión, cumplían una función precisa, ese de que consistían un medio visual de persuasión y educación a los pueblos indígenas. En contrario con la fachada retablo ibérica, que sugiere la idea de ser un objeto estético, la fachada retablo americana, incita más a la meditación que a la contemplación, intenta enseñar como agradar, al final es más religiosa que artística . Las fachadas debían expresar lo que guardaba en su interior, debían ser un reflejo del su interioridad. Es decir, su función, no se cumplía solo con cerrar un espacio, sino que debía ser una extensión del sagrado del interior. Quizá esto sugiere que se continúo la línea de la antigua tradición local, de celebrar sus ritos al aire libre y de manifestar el culto al espacio abierto, como las antiguas religiones indígenas

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