La Revolución Agrícola Andina Y Serrana

La revolución agrícola Andina y Serrana

Hace aproximadamente 6000 años, en la región andina, y 2000 años antes del presente, en la región serrana; se produjo el primer proceso civilizatorio correspondiente a la revolución agrícola.

Tanto el proceso civilizatorio andino como el serrano fue originado, principalmente, por los cambios tecnológicos que permitieron el desarrollo de la agricultura y la ganadería, actividades que luego desenlazarían en la sedentarización de las sociedades arcaicas.

Los dos procesos tuvieron avances tecnológicos en común, como por ejemplo la utilización de cuevas como viviendas, la fabricación de tejidos, la alfarería, las armas de piedra o hueso pulido, las técnicas de caza a distancia y la complementación agrícola con las actividades de caza y recolección; y otros que los diferenciaron como la metalurgia y el telar en la región andina; y el trabajo en cuero y la cestería en la región Serrana.

Estas sociedades correspondieron a lo que Darcy Ribeiro define como aldeas agrícolas indiferenciadas, ya que su actividad principal era la agricultura, aprovechando distintas épocas del año para la caza y la recolección. Sólo en la sociedad andina se realizó la domesticación de animales, aunque solo para el esquilado, debido al tamaño pequeño de los camélidos, que no permitía la monta ni

el tiraje; aunque este último no tuvo oportunidad de desarrollarse debido a la ausencia de la rueda.

Las actividades artesanales de alfarería, tejido y/o trabajo en cuero fueron las actividades que ocuparon el tiempo libre que dejaba la sedentarización.

Otro concepto teórico que podemos destacar es el de la división de tareas por género, que se puede presuponer por los allanamientos realizados en cuevas de la sierras de Córdoba, los cuales indican que probablemente la cestería, alfarería, molienda y cocción de alimentos fueron actividades femeninas, mientras que la preparación de las tierras y las actividades transitorias de caza y recolección fueron tareas masculinas.

El desarrollo de una actividad económica primitiva como el trueque, o las alianzas o casamientos entre individuos de diferentes tribus, permitió que los avances tecnológicos sean transmitidos y, de esa forma, logró la consolidación de un saber acumulado que se expandiría por todo el continente.

Como conclusión, podemos decir que hubo una revolución agraria, ya que este proceso tuvo como resultado diferentes cambios sociales, políticos, económicos e ideológicos que cambarían por completo la vida de las primeras sociedades, y que darían pie, a la siguiente revolución que experimentarían las sociedades Andinas y Serranas, la revolución urbana.

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