Manifiesto De Cartagena Y Carta De Jamaica
Enviado por calbornoz • 6 de Mayo de 2013 • 3.818 Palabras (16 Páginas) • 7.217 Visitas
El manifiesto de Cartagena es más que todo una triste reflexión de Bolívar de su pensamiento al ver la democracia de su patria, y la forma en que su gobernantes utilizaban el poder político ,no en beneficio de la patria sino en detrimento de esta. Bolívar pide en este manifiesto que los pueblos de América unan esfuerzos contra la tiranía y el mal desenvolvimiento de las leyes.
En síntesis, Bolívar, en la Carta de Jamaica realiza un certero análisis sobre los factores que influyeron en la caída de la Primera República, pero no se reducía a lo que hoy llamaríamos autocrítica, sino que proponía un plan para la recuperación del territorio americano perdido.
A doscientos años del Manifiesto de Cartagena, la voz de Bolívar sigue dándonos enseñanzas
Era pues Simón Bolívar una cátedra de reflexiones en beneficio de los pueblos americanos.
Con el Discurso de Angostura nuestro Libertador Simón Bolívar, sentó las bases para una mejor sociedad y afinó las pautas para una mejor vida y una democracia social, poniendo por encima de todo el bienestar y felicidad de todos.
El correo del Orinoco periódico, fundado por el mismo Simón Bolívar publicó durante mucho tiempo el discurso emitido en el 15 de febrero de 1819 resaltando la majestad y el poder de su gestión.
En la Carta de Jamaica Bolívar pone de manifiesto su amor por la libertad de los pueblos de América y aunque aun no conocía los pueblos del sur demostraba que quería darles justicia y libertad .hasta la gran Bretaña, leyó el pensamiento de bolívar y le dio crédito a sus apreciaciones y fue Kingston pues la cuna de las ideas libertadoras del padre de la patria.
Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño o Manifiesto de Cartagena.
El 15 de diciembre pasado se cumplieron los doscientos años de la aparición del Manifiesto de Cartagena, documento clave en la obra de Simón Bolívar.
La vigencia de este escrito, tiene vital importancia para analizar el momento actual de la Revolución Bolivariana, tanto para reafirmar los aciertos como para combatir los errores, en esta nueva etapa de la misma lucha por la independencia
Aplastada a sangre y fuego la Primera República, Bolívar llega a Cartagena de Indias, ciudad que estaba en manos de los patriotas, el 14 de noviembre de 1812.
Pero no llega derrotado, sino dispuesto a retomar la lucha. Allí, el 15 de diciembre, presenta un documento titulado “Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño”, luego conocido como Manifiesto de Cartagena.
El documento explica, según la visión de Bolívar, las causas de la pérdida de la Primera República y el plan para su reconquista. Justifica la necesidad de actuar con premura solicitando apoyo al gobierno neogranadino. El Manifiesto de Cartagena es el fundamento político del lanzamiento de una campaña militar, que posteriormente se conoció como Campaña Admirable.
El contenido de tan importante documento puede dividirse en dos partes. La primera de ellas, explica las causas de la derrota. La segunda, plantea la importancia que tiene para toda la región la tarea de liberar a Venezuela del yugo colonialista y propone cómo hacerlo.
Las causas de la caída de la Primera República
Las reflexiones de Bolívar tratan sobre problemas similares a los de la Venezuela actual. Tanto es así, que podría imaginarse al leer esas líneas, que se trata de consejos o advertencias que nos hace el Libertador, para evitar que cometamos los mismos errores que originaron la caída de la Primera República. Luego de una breve presentación, Bolívar comienza a abordar el tema:
“Permitidme que animado de un celo patriótico me atreva a dirigirme a vosotros, para indicaros ligeramente las causas que condujeron a Venezuela a su destrucción…”
Gobierno débil y tolerante: Se refería Bolívar a la actitud de “insensata debilidad” que demostró el gobierno republicano al no someter implacablemente a la ciudad de Coro, que había reaccionado contra la revolución.
“El más consecuente error que cometió Venezuela, al presentarse en el teatro político fue, sin contradicción, la fatal adopción que hizo del sistema tolerante…”.
Caracas podría haber sometido a Coro con extrema facilidad, pero al no hacerlo las fuerzas conservadoras consiguieron reagruparse y fortalecerse a tal punto que desde esa ciudad comenzó la ofensiva contrarrevolucionaria.
La falta de sentido de la realidad: El gobierno republicano, por diferentes razones, entre otras la de su carácter de clase, ya que estaba conducido por los mantuanos, trató de imponer un sistema esquivo a la confrontación con el enemigo.
Alejado del sentir de las masas populares, pulido en la retórica, pero abstracto en sus conceptos, el Gobierno republicano demostró una incapacidad supina a la hora de ejercer el poder. Al respecto Bolívar es contundente:
“Los códigos que consultaban nuestros magistrados, no eran los que podían enseñarles la ciencia práctica del gobierno, sino los que han formado ciertos buenos visionarios que, imaginándose repúblicas aéreas, han procurado alcanzar la perfección política, presuponiendo la perfectibilidad del linaje humano. Por manera que tuvimos filósofos por jefes; filantropía por legislación, dialéctica por táctica, y sofistas por soldados. Con semejante subversión de principios, y de cosas, el orden social se resintió extremadamente conmovido, y desde luego corrió el Estado a pasos agigantados a una disolución universal, que bien pronto se vio realizada”.
Esta reflexión de Bolívar, de colosal dimensión política, orienta las líneas de acción para la actual etapa revolucionaria, sin caer en tendencias pragmáticas, nos alerta sobre el peligro de asumir actitudes filantrópicas que solo derivan en la construcción de “repúblicas aéreas”.
La impunidad. La “insensata debilidad” y la idealización política, agigantaron la impunidad. Señala Bolívar en el documento:
“De aquí nació la impunidad de los delitos de Estado cometidos descaradamente por los descontentos, y particularmente por nuestros natos, e implacables enemigos, los españoles europeos, que maliciosamente se habían quedado en nuestro país, para tenerlo incesantemente inquieto, y promover cuantas conjuraciones les permitían formar nuestros jueces perdonándolos siempre, aun cuando sus atentados eran tan enormes, que se dirigían contra la salud pública”.
“Al abrigo de esta piadosa doctrina, a cada conspiración sucedía un perdón, y a cada perdón sucedía otra conspiración que se volvía a perdonar: porque los gobiernos liberales deben distinguirse por la clemencia. ¡Clemencia criminal, que contribuyó más que nada a derribar la máquina, que
...