Quinta De San Pedro

Comenzamos nuestro recorrido a las 4:05 pm, siendo doce los estábamos en el paso bolívar, un corto puente antiguo entre la puerta de entrada y el laurel octogenario que derrama cientos de tallos al suelo. Allí, en medio de una tarde fresca, Lidia, nuestra guía para la ocasión nos dio la bienvenida con ciertas recomendaciones para luego comenzar introducirnos en el origen de aquella antigua hacienda. Fue fundada en 1608 por el clérigo Francisco de Cortesía (Constatar nombre)

El género es algo que en nuestra sociedad, se nos impone con base en el sexo biológico al momento de nacer y que hace que se diferencien en masculinas o femeninas, (Alvarez 2010:4) todas las actitudes que se esperan de nosotros y todas las enseñanzas y los discursos que se harán y haremos de nuestra identidad, aunque académicamente las definiciones de sexo y genero han constituido un punto de debate y este no está cerrado,actualmente autores como Delphy y Butler afirman que tanto elsexo como el género deben verse como construcciones sociales (Mellor 2000:22).En palabras de Mathew C Gutmannlo que ”significa físicamente ser hombre o mujer no debe darse por sentado, sino ser explicado”( Gutmann 1999:5).

La violencia juega un papel importante de afirmación de masculinidades y de negación de lo femenino,en esta construcción, en donde la agresividad masculina constituye en mecanismo para ser considerados socialmente (Álvarez 2010:7) legitimando así los actos violentos en todas las esferas de la vida pública y privada, siendo de estas experiencias, como lo señala Mirian Jimeno, en su artículo cuerpo personal y cuerpo político las que se dan al interior del hogar y conocemos como violencia domestica las más significativas para los individuos de ambos sexos (Jimeno 2007:3)

Existen aspectos socioculturales económicos y políticos que acentúan este tipo de relaciones en las que la violencia prima como modo de ejercer autoridad por parte de los hombres(Cervante 1994:3), por ejemplo la probreza, estructuras sociales muy rigidas en las que los roles de generoesta estrictamente delimitados (Jimeno et al, 1998:20), sociedades con economías basadas en la minería estractivaect

Desde varios sectores de la antropología, las ciencias sociales y los movimientos feministas se ha afirmado, que vivimos en una sociedad androcentrista, entendiéndose esta en palabras de Mary Mellor, como la centralidad y la dominación del hombre sobre las mujeres y la naturaleza, que por medio de múltiples mecanismos reafirma su poderío sobre la mujer, colocándola en el lugar de “el otro” que debe ser controlado, dominado y subordinado, palabras como patriarcado o machismo con su fuerte carga política no son desconocidas para el lector académico, los medios de comunicación e incluso las ciudadanas y ciudadanos de a pie.

Aunque se da por sentado la actitud dominante del hombre hacia la mujer y casi se ha abandonado el interés por explicar que fue lo que llevo a ese estado de las cosas, desde ciertos sectores de la antropología se sigue buscando una respuesta a este tipo de interrogantes y Actualmente se prioriza en los estudios de genero la mirada desde lo

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