TODOS SANTOS, DÍA DE MUERTOS

TODOS SANTOS, DÍA DE MUERTOS

En este capitulo Octavio Paz revela cruel y realmente lo que en verdad somos, una bola hipocritas-nacionalistas, unos patriotas hipócritas que nos brota el amor por México en momentos específicos, pues así como se dice “Las fiestas son nuestro único lujo”, las fiestas son los momentos perfectos para que el mexicano se sienta contento, pues al fin el pasado y el presente se reconcilian. El pasado indígena que lucho contra los españoles, y el presente de estar en busca de una nación fuerte y consolidada.

Habla también de que los mexicanos festejamos de forma muy particular el Día de Muertos, pues desde la llegada de los conquistadores, el mundo se impresiona de cómo festejamos a la muerte. Las culturas pre-hispánicas las festejaban de forma muy mítica, con todo el respeto que un muerto se merece. Pero ahora, según dice Paz, la muerte ya no nos es motivo de preocupación, sino que ahora lo es de burla, ya que en vez de tratar de alejarla de nosotros, cada vez la invocamos más y más. Ya no se preocupa el mexicano por la muerte, sino que exalta la salud con fármacos de última generación que ni nos hace pensar que la muerte llegará algún día. Ahora, la mayor diversión del mexicano es usar a la huesuda como juguete. Por ambos caminos el mexicano se cierra al mundo: a la vida y a la muerte.

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