Trabajo De Historia Historia
Enviado por javimoren • 5 de Febrero de 2012 • 405 Palabras (2 Páginas) • 684 Visitas
“El sol se esta poniendo por las montañas y, como todos los días, vuelvo de cuidar las cabras de mi padre que tanto aprecia y que tantos alimentos nos proporcionan. Antes de nada me gustaría presentarme, soy Colko, hijo de Ambutu, y soy un Yehuem. Nuestra tribu vive en el valle del león gris, cerca del gran rió. No somos más de 100 en nuestra aldea, pero nos conocemos mucho, y trabajamos siempre juntos. Mi familia es como la mayoría, y yo soy un chico como la mayoría, aunque seguro que casi nadie escribe tan bien como yo ni hace papeles tan buenos como los que yo hago con hojas de tustu. Aunque he de reconocer que no las hago yo solo, ya que nuestro chaman me ayuda plantándolas en su choza. Aquí todos vivimos muy bien, ya que casi siempre tenemos comida asegurada con las manadas de gacelas que aparecen todos los veranos y con los peces del río y nuestras huertas. Además, tenemos unos artesanos muy hábiles, que crean unos platos y armas que son la envidia de nuestra región. Yo me dedico a ayudar a mi madre con la huerta por la mañana y a sacar y alimentar a las cabras por la tarde, incluso me da tiempo a jugar con Sasa y Tumpa, mis mejores amigos. Además, cuando la cosecha es buena o los dioses están con nosotros celebramos una gran fiesta en la aldea en la que bailamos y comemos toda la noche. Escribo esto porque mi padre me ha dicho que seria bueno decir como vivimos para que los hijos de nuestros hijos conozcan nuestra aldea si algún día tenemos que irnos y nuestra aldea desaparece. Espero que si me estas leyendo haya pasado mucho tiempo, y la savia de Cucha que he puesto en mis hojas la haya conservado tal y como me dijo el chaman. Me despido, amigo, deseando que hayas encontrado este escrito y que nada haya cambiado en tu tiempo.”
Moussa guardo de nuevo el escrito que su padre le había dado hace unos años, y que su abuelo le dio a su padre, y su bisabuelo a su abuelo y así durante muchas generaciones. Lo había leído tantas veces que se lo sabia de memoria, pero siempre le gustaba leer la carta de sus antepasados antes de acostarse. Esa noche no pudo dormir, su tío Dembo acababa de llegar de Europa, y les había con
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