Venas Abiertas
Enviado por joseiitocruz • 30 de Abril de 2013 • 5.868 Palabras (24 Páginas) • 375 Visitas
INTRODUCCIÓN
Eduardo Galeano se ha caracterizado por ser uno de los iconos de la izquierda internacional más sobresalientes, pues su lucha social la ha llevado a cabo desde que era muy pequeño: él nace en Montevideo, Uruguay, en 1940. Sus primeras incursiones en el periodismo las realiza cuando tiene él apenas trece años de edad, en un periódico socialista llamado El Sol donde solía publicar caricaturas. No obstante, éste fue sólo el comienzo, pues de “1961-64, fue director de la publicación diaria Época, y fue jefe de redacción del semanario Marcha”. Para 1973 tiene que exiliarse de su país, ya que fue objeto de represión debido a su trabajo periodístico, el cual estaba cargado de tintes socialistas. Esta situación lo conduce a Argentina donde no se tardó mucho en catalogarlo como persona no grata debido a que en este país fundó y dirigió una revista a la que llamó Crisis. Pasó un tiempo bastante considerable en España (1976-1986) hasta que pudo regresar a Uruguay cuando se instaló en esta nación un régimen democrático en las manos de Sanguinetti.
La literatura de Galeano contiene fuertes dosis de política y economía; sin embargo, lo que la hace tan especial y quizá polémica sea el hecho de que este escritor narra, relata o hace crónica de las vivencias de las clases sociales menesterosas. Entre las obras más sobresalientes se encuentran Los días siguientes (1963), escrita cuando aún Galeano respiraba aire uruguayo, La canción de nosotros (1975), Días y noches de amor y de guerra (1978), la trilogía Memoria del fuego: “Los nacimientos” (1982), “Las caras y las máscaras” (1984), y “El siglo de viento” (1986), El libro de los abrazos (1989), Las palabras andantes (1993), El fútbol a sol y sombra (1995) y uno de los más polémicos e incluso considerado como el mejor best-seller político: Las venas abiertas de América Latina (1971), del cual se describirá su contenido en este pequeño escrito.
Las venas abiertas de América Latina
Las venas abiertas de América Latina tiene una función muy clara: dar a conocer cuáles fueron los orígenes de la constante humillación de la que es objeto esta parte del mundo por parte de los países más desarrollados, los cuales tejen sus redes de dependientes a través de la imposición tecnológica y económica de sus empresas.
Galeano titula la introducción de su libro con el más que representativo “Ciento veinte millones de niños en el centro de la tormenta” y no es para menos, pues el hecho de que grandes empresas adquieran el dominio de la economía en el ámbito internacional traerá como consecuencia que las empresas netamente nacionales no puedan competir y que eso, a su vez, provoque un declive en cuanto a los gastos en desarrollo social o cualquier apoyo “altruista” a la gente. Cuántas cosas no se ven incluso en nuestra actualidad que son incoherentes, algo así como ver un Wal Mart desprendiendo la magnificencia de sus instalaciones, presumiendo los autos último modelo de los concesionarios y, en el otro lado de la calle, ver un tianguis al puro estilo popular donde la gente se empuja, magulla, grita, ofrece, compra y demás etcéteras. Haciendo una reflexión se desprende el hecho de que aquello que se intercambie económicamente en el tianguis quedara en nuestras tierras; pero a pasar de que en el tal Wal Mart se den “ofertasincreíbles” que se supone benefician al comprador bien sabemos que gran parte del capital que se intercambia en esa tienda obedece a intereses extranjeros; sólo se sangra al pueblo para alimentar a los vampiros del extranjero.
Galeano explica que es:
“América Latina, la región de las venas abiertas. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha trasmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder. Todo: la tierra, sus frutos y sus profundidades ricas en minerales, los hombres y su capacidad de trabajo y de consumo, los recursos naturales y los recursos humanos. El modo de producción y la estructura de clases de cada lugar han sido sucesivamente determinados, desde fuera, por su incorporación al engranaje universal del capitalismo. A cada cual se le ha asignado una función, siempre en beneficio del desarrollo de la metrópoli extranjera de turno, y se ha hecho infinita la cadena de las dependencias sucesivas, que tiene mucho más de dos eslabones, y que por cierto también comprende, dentro de América Latina, la opresión de los países pequeños por sus vecinos mayores”
De esta forma, quedan a la expectativa gran cantidad de niños, los cuales o se resignan a mirar su pobreza o tienen que salir a las calles a ganar la comida del día. Si estudian o no qué importa, la necesidad primordial es dejar contento al estómago y cuando no salga ni para eso, pues tendrán el refugio pasajero del thiner, el resistol o, incluso, si alcanzo el dinero, la marihuana. Esta parte de la vida cotidiana es la que muchos de nosotros vemos y con la cual los grandes consorcios comerciales lucran, pues sólo pretenden ayudar al problema con la donación de diez centavos por cada producto que vendan, en unos casos, o con la construcción de albergues, en otros casos. Con esto en nada remedian el problema fundamental, sólo dan migajas al que les ha creado todo el pan.
Una necesidad de los capitalistas que sí les preocupa y que tiene que ver con las clases populares es la de buscar la forma en la que ya no se reproduzcan, pues si bien es cierto que muchos de ellos participan activamente en el proceso de producción de su dinero a bajos costos, también los hay que su vida gire en torno a “las malas costumbres”; es decir quienes se dediquen al crimen por falta de dinero y como una fuente fácil para conseguirlo. Claro, todo su mundo sería perfecto si no existieran “granitos negros en el arroz“ como el antes mencionado. Galeano explicaba en su escrito (recuérdese que fue escrito en 1971) que los:
“Estados Unidos no sufren, fronteras adentro, el problema de la explosión de la natalidad, pero se preocupan como nadie por difundir e imponer, en los cuatro puntos cardinales, la planificación familiar. No sólo el gobierno; también Rockefeller y la Fundación Ford padecen pesadillas con millones de niños que avanzan, como langostas, desde los horizontes del Tercer Mundo. Platón y Aristóteles se habían ocupado del tema antes que Malthus y McNamara; sin embargo, en nuestros tiempos, toda esta ofensiva universal cumple una función bien definida: se propone justificar la muy desigual distribución de la renta entre los países y entre las clases sociales, convencer a los pobres de que la pobreza es el resultado de los hijos que no se evitan y poner un dique al avance de la furia de las masas en movimiento y rebelión. Los dispositivos
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