AMANTES DE SUMPA

Los Amantes de Sumpa es una historia que se vincula directamente con la cultura del Ecuador, misma que tiene a dos dignos representantes y que a manera de esqueletos, cuenta lo que habría pasado hace aproximadamente unos 5.000 o 6.000 años a.C.

Este nombre, se reconoce a un particular entierro de una pareja perteneciente a la cultura Las Vegas, descubierto en la Península de Santa Elena. En el año de 1964 se realizaron las primeras investigaciones arqueológicas en las cuales se encontraron vestigios de un asentamiento pre-cerámico perteneciente a la cultura Las Vegas, hallaron aproximadamente 200 esqueletos, cuya condición quebradiza sugiere que han permanecido enterrados por unos 7000 años; gracias a esta expedición se pudo recuperar la historia de donde Las Vegas vivieron, enterraron a sus muertos y además poder comprender mejor el desarrollo cultural de las primeras poblaciones.

Los Vegas son la cultura más antigua de la costa ecuatoriana. Este pueblo se dedicó a la caza y recolección desarrollando de esta manera las técnicas primitivas de la agricultura.

Durante las investigaciones arqueológicas se encontró un entierro de un hombre y una mujer a los cuales se los conoce como los amantes de Sumpa, Sumpa se refiere a el nombre aborigen de la península de Santa Elena. Aparentemente pertenecen a una pareja de enamorados que murieron entre los 20 y 25 años de edad. La posición en la que fueron enterrados muestra la nobleza de los habitantes del lugar, que habrían deseado que dicho amor vaya más allá de la vida, por lo que se les colocó abrazados.

El hombre con su mano derecha sobre la cintura de su compañera y con la pierna derecha encima de ella. La mujer se encuentra en una posición flexionada con uno de los brazos sobre su cabeza. Los dos esqueletos están orientados hacia el este y sobre ellos se colocaron seis piedras grandes de la misma manera en que aparecen en otros entierros por lo que podría interpretarse como ofrendas funerarias.

La historia de esta pareja nos narra que hace miles de años, un pueblo llego a estas tierras tras un largo viaje en balsas, encontrando abundantes frutos, animales silvestres y unos pocos animales gigantes con los que lucharon por su supervivencia; aquí se

asentaron y poblaron .

Adoraban al sol, pues este protegía a los navegantes y les seguía dando luz mientras ellos se alejaban de la playa.

En este ambiente nació un joven plebeyo, cinco años después, nace una bella sumpeña de clase matriarca, a quien se la tenía que respetar por su clase. Pasados los años los jóvenes se conocieron y frecuentaban a escondidas, dado que por sus distintas clases sociales estaba prohibido cualquier tipo de acercamiento entre ellos.

Un día su amor es descubierto y el padre de la princesa junto al jefe de la tribu, lo enviaron a trabajar a los altos de los cerros para separar algo que no podía ser; al suceder

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