ANALISIS DEL CASO “HOMBRE DE LAS RATAS”

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PSICOPATOLOGIA GENERAL I

ANALISIS DEL CASO “HOMBRE DE LAS RATAS”

INTEGRANTES:

SANDY BASURTO NOGALES

MARINA LUCAS ZAMORA

JOSELYNE MENDOZA VELASQUEZ

CRISTHIAN VERA MÁRQUEZ

DOCENTE: PSIC. CL. INÉS VERA MOLINA

QUINTO NIVEL “B”

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INTRODUCCION

     Sigmund Freud plantea a la obsesión como una modalidad más difícil de comprender y esclarecer. “EL ANALISIS DE UN CASO DE NEUROSIS OBSESIVA (CASO HOMBRE DE LAS RATAS)” data de 1909 en las obras de Luis López-Ballesteros. Sigmund Freud destaca que la públicación de este caso solo se daría de manera fragmentaria para no revelar en detalle las circunstancias personales del paciente. Este caso Freud lo plantea como grave por su duración y consecuencias y cuyo tratamiento se prolongo a través de un año. Este estudio de neurosis se plantea como el paradigma en la literatura psicoanalítica de la neurosis obsesiva, la referencia. Freud destaca que la compresión de una neurosis obsesiva no es nada fácil, aunque a primera vista pareciera así en comparación con la histeria, pero que indudablemente entraña dificultades mayores por el mecanismo de la resistencia evidente, además menciona que los neuróticos obsesivos acuden en menor cantidad a consulta y solo en estadios realmente graves. A partir de estas comunicaciones fragmentarias Freud alienta a otros investigadores a continuar esta labor de aclarar y elucidar la estructura neurótica obsesiva.

DESARROLLO

Formulación del problema.

     Los elementos clínicos que se pueden evidenciar en el caso “Hombre de las ratas” son en primera instancia síntomas como los delirios y las representaciones obsesivas que lo mortifican y por lo cual acude a consulta.

• Antes de su sexto año, sobrevinieron vivencias traumáticas conflictos y represiones
• Tuvo la idea enfermiza de que sus padres sabían su pensamiento, la cual vislumbra como el comienzo de su enfermedad
• Sentimiento ominoso y afecto penoso a raíz del deseo de ver a una mujer
• Amnesia que termina con su sexto año
• Temor obsesivo hacia la muerte de su dama y su padre ya muerto
• Ambivalencia afectiva a su dama y a su padre
• Pensamiento ambivalente
• Actos obsesivos inconcretos evidenciados en la deuda a pagar y cortarse el cuello con una navaja

     Un joven de formación universitaria de nombre Ernest Lanzer se presenta ante Freud indicando que padece de representaciones obsesivas desde su temprana infancia, pero con particular intensidad desde hace 4 años.

     En su primera entrevista manifiesta que las lucha contra esas ideas le ha hecho perder años, y por eso se ha rezagado en su carrera en la vida. infiere que el contenido principal de su padecer son unos temores de que le suceda algo a quienes ama mucho, su padre y una dama a quien admira. También dice sentir prohibiciones referidas aun a cosas indiferentes. Afirma que sus relaciones sexuales son raras y a intervalos irregulares además menciona que las prostitutas le dan asco. 

     Su vida sexual ha sido en general pobre, el onanismo desempeño solo un ínfimo papel a los 16 o 17 años, su primer coito fue a los 26 años además manifiesta que su potencia es normal.

HISTORIA PERSONAL

     Desde los 6 años padecía erecciones, tuvo la idea enfermiza de que los padres sabrían su pensamiento, infiere que había personas, muchachas que le gustaban mucho y por quienes sentía un urgentísimo deseo de verlas desnudas, a la vez tenía un sentimiento ominoso, como si por fuerza habría de suceder algo si él lo pensaba y debía hacer toda clase de cosas para impedirlo, “mi padre moriría”.

Sujeto infiere que, en agosto, durante las maniobras militares en x,  perdió sus quevedos (lentes), por lo que pide que le envíen unos por correo; sentado entre dos oficiales, que mencionaban la introducción de castigos corporales, el capitán contó haber leído sobre un castigo aplicado en el Oriente, “el condenado es atado, sobre su trasero es puesto un tarro dado vueltas, en este luego hacen entrar ratas, que…” (Se puso de pie y mostraba los signos del horror y la resistencia) “penetraban”, en el ano pudo completar Freud. Infiere que, “en el momento me sacudió la representación de que eso suceda con una persona que me es cara (la amada)”

     Ahora se ve precisado a confesar que al mismo tiempo en el emergió otra idea, que el castigo recae también sobre su padre (ya muerto). Al atardecer del día siguiente el capitán cruel le entrega el paquete que llegó por correo y le dijo que el reembolso se lo debía pagar al teniente A. En ese momento se le plasmó una “sanción”, no devolver el dinero, de lo contrario su novia y su padre sufrirían el castigo, cuando intenta devolver el dinero al teniente A, este le dice que es a B a quien debe dárselo. Se inventa un raro expediente, iría a la estafeta postal con los dos señores A y B, A daría a la señorita de la estafeta el dinero y la señorita las daría a B y él de acuerdo con el texto del juramento devolvería a A el dinero.

     Hasta sus 14 o 15 años había sido escrupulosamente (dudosamente) religioso. El completa el relato de la premisa de su juramento, el pago que el teniente A hiciera por él, era incorrecta. En efecto se averiguo que ya sabía desde antes del reclamo del capitán y de su propio juramento, que la empleada del correo era su acreedora del rembolso, ahora se acordaba de que algunas horas antes del encuentro con el capitán cruel tuvo oportunidad de presentarse a otro capitán, quien le comunicó la verdadera situación.

     Comunica algo que le martiriza desde el comienzo, la historia de la enfermedad de su padre, muerto de enfisema nueve años atrás; se hizo el reproche de no haber estado en el lecho de su muerte, durante largo tiempo no se hizo cargo del hecho de su muerte.

     Al escuchar un buen chiste se le ocurría “tienes que contárselo a tu padre”, cuando golpeaban la puerta, pensaba “ahora viene mi padre”, cuando entraba en una habitación esperaba hallar ahí al padre, la expectativa de esa aparición fantasmal era algo en extremo deseado.

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