Análisis caso Dora - Freud
Enviado por Laura Castañeda • 18 de Octubre de 2018 • Examen • 1.653 Palabras (7 Páginas) • 264 Visitas
Primer parcial- Laura Castañeda.
1. Freud al exponer el caso de Dora concibe como objetivo primordial dar a conocer cómo a través de la interpretación onírica de dos sueños de la paciente y junto a las intervenciones del analista, era posible llegar a “mostrar la determinación de los síntomas y la estructura interna de la neurosis” (1905, p. 937), más específicamente, la histeria. Freud establece que la etiología de tal patología proviene de las intimidades de la vida psicosexual y que sus síntomas –muchos de ellos orgánicos- expresan sus deseos más reprimidos. En el caso de Dora la psicosomatización se evidencia en la afonía, los cólicos, catarros y su dolor abdominal. Para su análisis, Freud lleva a cabo la interpretación y descomposición de ambos sueños, teniendo en cuenta la repetición de los mismos. Para Freud, “todo sueño era la representación de la realización de un deseo,…que aparecía deformado y encubierto cuando se trataba de un deseo reprimido”(1905, p. 970); añadiendo que, un sueño consiste en la integración de un motivo esencial actual y un suceso infantil. Uno de los objetivos principales al interpretar el sueño es traer a la consciencia del sujeto las manifestaciones que se dan de manera distorsionada y simbólica, y con esto, generar una aproximación a la cura. Como bien menciona Freud en el caso, en ambos sueños existe una distorsión de sucesos recientes de la vida de Dora, donde el simbolismo se expresa en elementos como; el fuego, el humo, el alhajero de la madre y la cama. Freud analiza tales elementos y concluye que éstos hacen también una importante alusión al complejo de Edipo no resuelto. Dentro de los estadios del desarrollo psicosexual, la etapa fálica es representativa de tal complejo; el cual se caracteriza por una oscilación entre los deseos amorosos y hostiles hacia el progenitor del sexo opuesto (Freud, 1924), es decir, hay un componente incestuoso por el deseo inconsciente de querer mantener una relación sexual con tal progenitor. Sin embargo, la transición de la etapa fálica-edípica a la latencia, implicaría afrontar el complejo de castración, el cual es alcanzado de manera desigual en ambos sexos. En el caso femenino, se percibe el clítoris como un pene pequeño y se asume que éste crecerá posteriormente; sin embargo, al darse cuenta la falta de falo en mujeres adultas, la infante deduce que han sido castradas y por lo tanto, se genera la represión que se manifestará en este caso en las acciones patógenas de la histeria. Dora manifiesta tal represión de enamoramiento a su padre de diversas maneras; al identificarse con las dos mujeres de las cuales su padre se ha enamorado (Freud, pg. 963), repercutiendo en una rivalidad por la obtención del falo; al enamorarse del señor K y de manera paralela la ocurrencia de besar a Freud por su asociación con el humo – teniendo en cuenta el hecho de que los 3 hombres fueran fumadores-. Finalmente, otro concepto teórico de importancia en el caso es la transferencia. Freud, define las transferencias como “reediciones o productos facsímiles de los impulsos o fantasías” (1905, pg. 963), cuya singularidad radica en la sustitución de una persona anterior por el analista. En este caso Freud (1905, pg. 1000), menciona como Dora inicialmente sustituía a éste por su padre comparándolo con el y así mismo la paciente se venga de Freud abandonando la terapia debido a la transferencia del señor K sobre Freud, lo cual muestra el revivir de antiguos sentimientos, deseos, afectos y expectativas de vínculos previos.
2. Un primer momento de transferencia se da cuando Dora sustituye a Freud por su padre, teniendo en cuenta la diferencia entre las edades (Freud, pg. 100), y al hacer tal falso enlace, proyectaba en el analista la expectativa y deseo de convencerse de la sinceridad de éste. Lo anterior, teniendo en cuenta el hecho de que Dora supiera de la relación de su padre con la señora K y por lo tanto, ésta sentía que al igual que su padre, Freud “prefería siempre el misterio y los caminos torcidos” (Freud, pg. 1000). Añadiendo que, su padre buscaba múltiples maneras de eliminar tal idea de la mente de Dora; dentro de esas maneras se encontraba llevarla a la consulta de Freud, donde precisamente por el conocimiento de Dora acerca de la relación existente entre su papá y Freud, la transferencia cobraba vida; y sentía que Freud podría estar en un tipo de alianza con su padre. También por el hecho de que éste ponía en duda los testimonios de Dora, y de esta manera tal sensación de alianza era reforzada, generando una resistencia en la paciente a la hora de aceptar las interpretaciones de su analista. Otro momento de transferencia se manifestó en el primer sueño por el hecho de que al sustituir a Freud por su padre, y teniendo en cuenta el enamoramiento hacia el señor K (Freud, pg. 1000) y como su padre lo representa en el sueño, Dora podría haber asociado de igual manera a Freud con el señor K y de esta manera transferir un deseo de venganza al abandonar la terapia, es decir, se da la analogía entre el abandono de la cura y el abandono de la casa de K, la cual es representada en el primer sueño como su propia casa. Finalmente, otra transferencia se manifiesta en el segundo sueño, donde debido a la ansiedad que le causaba la espera de la cura, así como la espera en su sueño referente al joven ingeniero; Dora en realidad estaba transfiriendo la ansiedad de la espera a que el señor K le pidiera su mano, y por lo tanto, rechaza la oferta de Freud de acompañarla en su cura, la cual duraría aproximadamente un año. Tal rechazo fue reflejado igualmente en el sueño, al negarse a la compañía del señor a quien le pregunta sobre el tiempo faltante, es decir, Dora transfiere en Freud la venganza hacia el señor K bajo el sentimiento de repugnancia hacia los hombres y que por lo tanto, preferiría no casarse, dejando a Freud con la impotencia y frustración de no haber podido llegar a la cura de la paciente.
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