ARTE OCCIDENTAL EN EL CRISOL

ARTE OCCIDENTAL EN EL CRISOL

“Arte occidental en el crisol” es un capítulo del libro “Historia del Arte” escrito por Gombrich, cuyo nombre completo es Ernst Hans Josef Gombrich. El autor del libro fue un historiador del arte nacido en Viena el 30 de marzo de 1909 y que falleció el 3 de noviembre de 2001 en Londres. Gombrich estudió historia del arte en su ciudad natal, sin embargo, con el ascenso al poder de los nazis, se mudó a Londres ya que él era judío. Vivió en Inglaterra durante el resto de su vida. Fue un autor prolífico, pero de todas sus obras, la “Historia del Arte” es la más famosa y fue publicada por primera vez en 1950.

Es un texto histórico ya que intenta acercarnos a la compresión de una época histórica.

El capítulo “Arte occidental en el Crisol” trata sobre la producción artística en Europa desde el siglo VI hasta el siglo XI.

Este es el periodo que trajo la caída del Imperio Romano. Se conoce como edad de las tinieblas. Recibe este nombre por dos razones. En primer lugar, porque la gente de esta época vivió entre oscuridad, guerras y migraciones. La otra razón se refiere al conocimiento actual que poseemos sobre esta etapa, y es que es muy escaso, casi un lapso.

El arte que encontramos de este periodo no muestra un estilo claro y definido, esto se debe a las distintas incursiones que sufrían los pueblos de tribus del norte. Aunque eran bárbaros, también presentaron su propio sentido del arte y tenían grandes artesanos. Sus obras están compuestas por esquemas complicados e imágenes de dragones y pájaros. Por otro lado, hubo un arte religioso. En Irlanda e Inglaterra, este mostraba una fuerte influencia del arte bárbaro, ya que introdujo las complejas cenefas de dragones y serpientes en sus obras. En el arte religioso también encontramos una nueva forma de representar la figura humana, esquematizada más que realista.

Aunque se recibiesen influencias de los bárbaros, esto no significó que se abandonasen las del arte clásico. El arte romano continuó siendo de gran inspiración. Se siguió imitando este estilo en la arquitectura, especialmente en las iglesias. En esta época se elogiaba más la imitación e inspiración de lo que ya gustaba a la completa innovación. Sin embargo, esto no significaba que los artistas estuviesen cohibidos, aun así, podían expresar aquello que creyesen conveniente. Aprendieron a expresar lo que sentían sin necesidad de cambiar el origen de la idea. Se centraron más en lo que querían expresar que en la técnica o en la anatomía.

También hubo un arte no religioso que era encargado por nobles o señores feudales. Al contrario que el arte religioso, este recibió un menor respeto.

Ya que durante este periodo no se encuentran estilos de arte claros y definidos y todos son una evolución y se influyen entre ellos, es complicado dividir este capítulo. Podría dividirse en cuatro partes: introducción, arte nórdico, arte religioso y arte de la nobleza.

El primer párrafo del capítulo, página 157, es una introducción a la edad de las tinieblas. A continuación, el segundo párrafo nos introduce en más detalle en esta época y nos explica los rasgos y el porqué del arte nórdico, es decir, de la obra de las tribus del norte que efectuaban incursiones en los pueblos de Europa. Después, desde el último párrafo de la página 159 hasta la página 167 se explican las características y las influencias que recibe el arte religioso. El capítulo concluye con el arte producido para la nobleza y los señores feudales en las páginas 168 y 169.

La principal idea que se presenta en este capítulo es que, durante años, el arte no estuvo definido y no seguía unos cánones independientes para cada cultura, sino que la

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