Accion Democartica Y Copei
Enviado por VictoriaSaray123 • 25 de Mayo de 2013 • 1.150 Palabras (5 Páginas) • 290 Visitas
• AD: Acción Democrática
El Partido Acción Democrática tiene un sólido basamento doctrinario, desarrollado en base a los postulados del PDN (Partido Democrático Nacional), nuestro antecesor político directo, y nutrida por la ideología Socialista Democrática.
Su doctrina, programa y táctica han surgido del análisis profundo de la realidad venezolana. Por ello, las tesis del Partido (política, sindical, agraria, educativa, económica e internacional) no constituyen un trasplante de concepciones teóricas y de métodos de lucha extraños a la realidad del país.
Resultan de una revisión exhaustiva de la realidad histórica, económica, social y política de Venezuela y de los métodos idóneos para modernizarla, motivados por el deseo de progreso constante y de justicia social desde una perspectiva venezolanista.
AD ha interpretado desde su nacimiento las realidades y necesidades venezolanas y asumido a través de toda su historia la responsabilidad de desarrollar una lucha social democrática para transformar el país y lograr su modernización y desarrollo.
Gonzalo Barrios, Presidente Vitalicio de Honor del Partido y uno de los intelectuales políticos más densos de Venezuela a través de toda su historia, escribía al respecto las siguientes reflexiones "Existe una literatura abundante -tal vez no suficientemente difundida- sobre los análisis cuyas conclusiones condujeron a la concepción de AD como un frente integrado por todos los sectores sociales de Venezuela interesados en liberarse de una abyecta vida política y de una miserable situación económica, que eran las características determinantes de la realidad nacional en los días del nacimiento del Partido. Los fundadores -a la cabeza de ellos Rómulo Betancourt- vieron claro que ni la incipiente clase obrera ni la flagelada y dispersa clase campesina -masas llamadas naturalmente a la lucha- estaban en condiciones de servir como elemento catalizador en la gran empresa que se requería, con lo cual quedaban descartados de antemano e inevitablemente empujados al campo de los adversarios los soñadores sovietizantes.
El papel de las clases medias, con sus profesionales, pequeños industriales, estudiantes e intelectuales -igualmente convocados- se imponía como una evidencia. La fórmula demostró su eficacia frente a un orden rutinariamente sostenido en los últimos años de su caducidad por la supervivencia física del déspota que acababa de fallecer.
El enemigo principal de la liberación y del progreso del país -según la concepción de AD- estaba encarnado en el binomio latifundismo-imperialismo. De acuerdo con esta premisa, desde su comienzo y sin trastiendas, el Partido lanzó consignas y suscribió promesas, que podrían resumirse así: democracia política, extinción del latifundio, gradual desalojo de los baluartes imperialistas. Como los hechos históricos producidos en el ámbito de tales consignas y promesas son tan públicos que sólo podría ignorarlos alguna víctima extrema de la marginalidad, limitémonos a preguntar a quienes cuestionan la fidelidad de AD: ¿Existe o no democracia política en Venezuela y, si existe, ha sido o no un papel de protagonista el asumido por nuestro Partido en la promoción y consolidación del sistema? Con todas las fallas que los adversarios han atribuido a la política agrícola y a la reforma agraria, ¿se observan o no inmensas diferencias positivas entre el campo venezolano de hoy y la vieja hacienda de peones y capataces? Aun sin apartar los regateos mezquinos, ¿son o no son ahora de la nación el petróleo y el hierro y está o no en marcha un proceso audaz de total independencia económica?
Claro que AD perdería vigencia si limitara su misión histórica a los logros mencionados y si no tuviera conciencia de que estos exigen ampliación,
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