Adam Smith Y La Mano Invisible

LA MANO INVISIBLE DE ADAM SMITH

Por concepto, la mano invisible de Adam Smith dicta que: a causa del egoísmo del ser humano, por satisfacer sus necesidades y velar por su propio bienestar, se crea un eje que involuntariamente satisface necesidades de los demás. Esta teoría ¿Se cumple o no? Se puede decir que si bien es cierto la benevolencia de la humanidad no es, en su totalidad, el eje de los negocios económicos del día a día, no obstante podrían haber excepciones, pero que de igual manera tendrían cierta similitud, partiendo desde el egocentrismo humanista propio de la sociedad.

La economía, es una ciencia a través de la cual, el hombre es capaz de manejar sus ingresos y gastos, de manera eficiente y que le permite subsistir en el día a día, pero a más de eso, el buen uso de la economía permite administrar bien la oferta y la demanda, evitando así la sobreproducción, el volumen de escases y los fallos de mercado. Por otro lado, el egoísmo del ser humano con la sociedad se puede definir desde un punto de vista crítico, como cierto e incluso misantrópico pero con lógica.

Un hombre, estudia toda su vida para poder producir un bien o dar un servicio a la sociedad con el fin de crecer social y económicamente, sin embargo su círculo social también demandará servicios y productos en el mercado, por tanto a más de satisfacer sus necesidades u objetivos, cumplirá también las necesidades de la sociedad involuntaria pero conscientemente.

En la actualidad, varias empresas son castigadas por el mercado con fallos del mismo. El excedente de producción o volumen de escases de oferta, son fenómenos que día a día son evidentes en el mercado, no obstante esto no infiere en el efecto real o falso de la “Mano invisible” que Adam Smith publicase en su libro LA TEORÍA DE LOS SENTIMIENTOS MORALES, EN 1759.

En conclusión, la mano invisible de Adam Smith, si es evidente y certera desde un punto de vista económico y moral en el que se evidencia el egocentrismo del ser humano en el día a día. Se puede decir también que aunque, moralmente el egoísmo es mal visto en una sociedad crítica y filantrópica, es necesario para una buena relación comprador – ofertante, en el mercado, ya que sin ella, la economía de las naciones producirían cosas que no se venderían y de igual manera la sociedad consumidora no encontraría lo que requiere para satisfacer sus necesidades. De esta manera se concluye que tanto el egoísmo humanista y la mano invisible son entes propios del hombre que voluntaria o involuntariamente, estarán presentes siempre en la vida de la sociedad y que le dará circuito a la misma.

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