Adolfo Hitler
Enviado por propaise • 21 de Mayo de 2015 • Informe • 5.226 Palabras (21 Páginas) • 185 Visitas
Durante el llamado Tercer Reich, se distribuyeron en Alemania más de 10 millones de ejemplares de Mi lucha (Mein Kampf), de Adolfo Hitler. Sus postulados fueron la base ideológica del nazismo, que le permitió al Fuhrer conquistar el poder en 1933 y que generó el estallido de la Segunda Guerra Mundial, así como el genocidio del pueblo judío. Conoce sus aspectos generales en este breve y conciso resumen y comentarios.
Mi lucha (Mein Kampf), de Adolfo Hitler, una autobiografía y una proclama
Luego del llamado Golpe de Munich de 1923, en el que los nazis y un grupo de militares trataron infructuosamente de tomar el poder por la fuerza, Adolfo Hitler fue condenado a la cárcel, pena que empezó a cumplir en Landsberg am Lech. Fué allí donde aprovechó para redactar gran parte de Mi lucha, estructurada originalmente en dos textos diferentes que luego se unificaron en un solo tomo. 10 Biografías de personajes históricos que no deberías dejar de leer.
Retrospección, la autobiografía de Hitler en Mi lucha
En la primera parte de este ensayo panfletario, Adolfo Hitler comenta en forma extensa -y adaptada a lo que sería luego la propaganda oficial- su vida hasta entonces, desde su nacimiento, infancia y adolescencia en el pueblo austriaco de Braunau, pasando por sus años de “artista” y “sin techo” en Viena, su participación como soldado en la Primera Guerra Mundial, sus años de post-guerra y cómo llegó a formar parte y luego a liderizar el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes.
Aprovecha aquí para explicar como llegó a la conclusión personal de que los judíos constituían la “plaga moral” que enfermaba Alemania, que la democracia representativa es un error y que la propaganda es un elemento indispensable para conquistar a las masas y alcanzar el poder.
El movimiento nacionalsocialista, la segunda parte de Mi lucha, de Adolfo Hitler
A continuación, Hitler explica los postulados “ideológicos” sobre los que se sustenta el partido nazi, ya bajo su férreo control:
• La existencia de una raza superior, la alemana, con derecho a dominar a las más débiles, como los eslavos del este de Europa, y a exterminar a otras, como los judíos. En este sentido, la nacionalidad alemana no debe ser otorgada sino a quienes forman parte de la raza aria.
• A su vez, el Estado no es otra cosa que un medio para alcanzar la felicidad de la raza, no un fin en sí mismo, y debe estar supeditado a este objetivo. Hace falta además un gobierno de mano férrea, a cuya cabeza debe estar un super-hombre (él, por supuesto).
• La necesidad del pueblo alemán de ganar cada vez más espacio vital (Lebesraum), extendiéndose hacia el este y controlando los recursos humanos y materiales de estos nuevos territorios.
Estas ideas llevaron a Alemania a invadir Polonia en 1939 y generar la Segunda Guerra Mundial (Francia y Gran Bretaña debieron intervenir en cumplimiento de los tratados de apoyo recíproco) y a llevar a cabo uno de los mayores genocidios hasta ahora conocidos: el asesinato sistemático de millones de personas por el simple hecho de ser judíos.
También es destacable el ataque al marxismo que se hace en Mi lucha, como uno de los mayores peligros para la consecución de los fines del nazismo. Adolfo Hitler consideraba que era la única ideología que en la práctica podría competir contra el nacionalsocialismo para ganarse el apoyo de la masa alemana. Supone también la razón de la invasión a la Unión Soviética, con la que empezó el declive de Alemania en la Segunda Guerra Mundial.
Algunas frases de Mi lucha, de Adolfo Hitler
“La ideología Nacionalsocialista afirma el valor de la Humanidad en sus elementos raciales de origen. En principio, considera al Estado sólo como un medio hacia un determinado fin y cuyo objetivo es la conservación racial del hombre. De ninguna manera cree, por tanto, en la igualdad de las razas, sino que, por el contrario, al admitir su diversidad, reconoce también la diferencia cualitativa existente entre ellas. Esta percepción de la verdad le obliga a fomentar la preponderancia del más fuerte y a exigir la supeditación del inferior y del débil, de acuerdo con la voluntad inexorable que domina el Universo”. (vol. II, cap. 1).
“¿Es que había un solo caso de escándalo o de infamia, especialmente en lo relacionado con la vida cultural, donde no estuviese complicado por lo menos un judío? Quien, cautelosamente, abriese el tumor, habría de encontrar algún judío. Esto es tan fatal como la existencia de gusanos en los cuerpos putrefactos.” (vol I, cap 2).
“Nosotros, los Nacionalsocialistas, tenemos que ir más lejos: el derecho al suelo no se aplica a cualquier poblado de negros, sino a la Patria germánica. Y éste es un deber cuando un gran pueblo, sin posibilidad de aumento territorial, se encuentra predestinado a desaparecer. Sobre todo cuando es el que imprimió al mundo de hoy su sello cultural.Alemania, o se hace una potencia mundial, o dejará de existir. Para ello necesita de aquella grandeza que su importancia le confiere.” (volI, cap. 14).
Prohibido olvidar
A quienes leen Mi lucha, de Adolfo Hitler, noventa años después de haber sido escrito, les parecerán incluso risibles los argumentos del Fuhrer para sustentar una ideología basada en el odio y el racismo. Sin embargo, deberíamos recordar siempre que estos destellos de locura generaron el sufrimiento de millones de personas, y lograron poner en marcha la mayor maquinaria de destrucción y muerte masivas del mundo moderno
El texto que presento a continuación contiene algunos fragmentos extraídos de "Mi Lucha", que actualmente es censurado muchos países, durante más de 50 años:
Ya en 1913 este joven descendiente de aldeanos, de 20 años de edad, que de peón había ascendido a acuarelista, había reflexionado en Munich:
"Fui a una reunión de marxistas, pero allí se negaba todo. La nación no era otra cosa que una invención de los capitalistas; la patria, un instrumento de la burguesía destinado a explotar a la clase obrera; la autoridad de la ley, un medio de subyugar al proletariado; la escuela, una institución para educar esclavos y también amos; la religión, un recurso para idiotizar a la masa predestinada a la explotación; la moral, signo de estúpida resignación, etc. Nada había, pues, que no fuese arrojado en el lodo más inmundo..."
Hitler, por su cercanía a la formación obrera y por haber sido él mismo un artesano, era partidario del sindicalismo, pero no bajo la inspiración internacionalista de Marx o de los "sindicatos libres",
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