Alfonso XIII y los proyectos de regeneración

EP. 18. PRIMERA PARTE DEL REINADO DE ALFONSO XIII Y LOS PROYECTOS DE REGENERACIÓN POLÍTICA DE 1902-1917.

Introducción:

A comienzos del siglo XX, la Restauración seguía siendo el sistema político en España. Su objetivo era garantizar una monarquía liberal aunque no democrática. La Constitución vigente fue la de 1876. El sistema fue estable gracias al pacto entre los liberales y los conservadores para alternarse en el poder (turnismo), pactando los resultados electorales de antemano mediante negociaciones con los caciques (poderosos propietarios locales).

A finales de siglo surgió el regeneracionismo, corriente ideológica que denunciaba los vicios del sistema. Proponía una modernización  política, social y económica.

Cuando Alfonso XIII accede al trono, los partidos dinásticos sufren una grave crisis, pues sus líderes Sagasta y Cánovas han muerto y se ven obligados a elegir nuevos representantes: Maura del lado conservador y Canalejas del liberal, ambos regeneracionistas.

En 1905 un grupo de oficiales asalta las redacciones de una revista y un periódico catalanes, acusándolas de atacar al ejército en sus publicaciones. Tras estos hechos, se aprobó la ley de jurisdicciones por la que los delitos contra el ejército y la patria serían juzgados por tribunales militares.

Maura y el regeneracionismo conservador:

El llamado ‘’gobierno largo de Maura’’ (1907-1909) puso en marcha su ‘’revolución desde arriba’’. Quiso hacer grandes reformas con el fin de erradicar el caciquismo y lograr el apoyo de las clases medias. 

1. Modificó la ley electoral (1907), aunque no logró sanear las elecciones.
2. Creó el Instituto Nacional de Previsión.
3. Creó la ley de administración local, por la cual se le daba mayor autonomía a las corporaciones locales.
4. Intento de otorgar cierta autonomía a Cataluña, sin éxito.
5. Creó la ley de represión del terrorismo, que fracasó por la oposición de republicanos, socialistas y liberales.

Marruecos y la Semana Trágica de 1909:

Tras el desastre del 98, la política exterior española se basó en intentar recuperar el prestigio nacional, por ello, Marruecos y el protectorado presente en él, fueron el principal objetivo del primer tercio de siglo.

En la Conferencia de Algeciras de 1906, Francia y España fijaron sus zonas de influencia, correspondiéndole a España, la zona norte de África, cuya pieza esencial era el Rif. En julio de 1909 se produjeron enfrentamientos entre el ejército español y los rifeños. Se enviaron refuerzos de las reservas catalanas para aplacar los levantamientos, lo que propició un movimiento de protesta contra la guerra, que desembocó en una huelga general, pues sólo iban quienes no podían pagar una cantidad en metálico.

Tras la emboscada del Barranco del Lobo, que dejó numerosas bajas en las tropas españolas, se encendió aún más la huelga, degenerando en una revuelta conocida como la Semana Trágica de Barcelona, durante la cual se produjeron enfrentamientos contra las fuerzas del orden y se incendiaron iglesias y conventos. El gobierno reprimió con dureza la revuelta celebrando juicios militares, en los que se condenaron a diecisiete personas a muerte, de las cuales se ejecutaron a cinco, entre ellos, Francisco Ferrer, un pedagogo, anarquista y anticlerical, fundador de la Escuela Moderna, al que acusaron de ser el responsable de la rebelión. Liberales y republicanos exigieron la destitución de Maura y Alfonso XIII se vio obligado a llamar a Canalejas para formar gobierno.

Canalejas y el regeneracionismo liberal:

Tras los sucesos de Barcelona, Canalejas llega al poder emprendiendo el intento más importante de regeneración del sistema.

1. Separación de la Iglesia y el Estado, es decir, libertad religiosa y fin del monopolio religioso en la educación, además creó la ley del candado, que limitaba el establecimiento de nuevas órdenes religiosas en el país.
2. Reducción de la jornada laboral, la ley de accidentes de trabajo, el derecho a huelga…
3. Sustitución del impuesto de consumo por uno progresivo sobre las rentas urbanas.
4. Creó la ley de reclutamiento, que obligaba al servicio miliar en caso de guerra suprimiendo la redención monetaria.
5. Creó la ley de mancomunidades (1912), que otorgaba a Cataluña una mayor autonomía.

Los partidos antidinásticos y el movimiento obrero:

Los partidos excluidos del sistema habían tenido muy poco peso durante el inicio de la Restauración pero a comienzos de siglo, empiezan a tomar fuerza. De igual, manera el sindicalismo y los partidos obreros, que llegaron a convertirse en auténticos movimientos de masas.

• Los republicanos: fue la oposición más importante y conoció una renovación ideológica con la inclusión de las doctrinas del nuevo liberalismo democrático, laicista y más sensible a las reformas sociales. Lerroux y Salmerón fundan en 1903 el partido Unión Republicana, que tuvo un considerable apoyo electoral, aunque las diferencias internas desembocarían en la creación de dos partidos diferentes:

• Republicanismo moderado: liderado por Salmerón y Melquíades Álvarez abandonó la insurrección y se dedicó a la lucha parlamentaria, dando lugar al Partido Reformista liderado por Melquíades Álvarez, que no era del todo contrario a la monarquía siempre que fuese democrática.
• Republicanismo radical: representado por Lerroux y muy presente en Cataluña. Era un republicanismo anticlerical, demagógico y populista partidario de la insurrección. Muy similar al blasquismo en Valencia, dirigido por Vicente Blasco Ibáñez. Dio lugar al Partido Radical liderado por Lerroux.

• Los nacionalistas:

• Nacionalismo catalán: fue el de mayor influencia, dominado por la Lliga Regionalista de Catalunya (1901), con Cambó y Prat de la Riba como líderes. Reivindicaban la autonomía de Cataluña y eran respaldados por los burgueses, pero no por los obreros por la ausencia de un programa de reformas sociales. Por ello, el sector izquierdista de la Lliga Regionalista, se escindió y formó el partido Centre Nacionalista Republicà.

Con la aprobación de la ley de Jurisdicciones, aparece un movimiento de protesta en el que todas las fuerzas catalanas forman la llamada, Solidaridad Catalana, que tuvo un gran éxito electoral, pero este movimiento desaparece tras la Semana Trágica, y se constituye la Mancomunidad de Cataluña.

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