Analisis De La Cabeza De Trofeo
Enviado por MICAELA • 4 de Julio de 2014 • 1.135 Palabras (5 Páginas) • 399 Visitas
ANALISIS DE LA CABEZA DE TROFEO
“CULTURA NAZCA”
El término “cabeza trofeo” fue acuñado por Max Uhle, que fue el primero que definió la cultura nazca a partir de las excavaciones científicas de sepulturas en la hacienda Ocucaje en el valle del Ica en 1901. Este arqueólogo alemán interpretó las imágenes de cabezas cortadas en la iconografía andina (chavín, sechín, paracas-nasca, wari, tiwanaku) como trofeos de guerra (Ríos Valladares, 2006: 21-22). Vale decir, la categoría nació asociada a la idea de violencia ejercida sobre el cuerpo de un enemigo de guerra capturado, sacrificado, decapitado y cuya cabeza devenía en un trofeo.
Respecto a la definición arqueológica de la “cabeza trofeo” en el “Memorándum de Entendimiento entre los Estados Unidos y Perú” de 1997 se establecieron las categorías específicas para definir restos humanos con el objetivo de controlar su tráfico. La categoría de “cabezas trofeo precolombinas” incluía especial ente las “cabezas trofeo” momificadas nazca, resultado de un procedimiento que puede reconstruirse a través del examen físico de los ejemplares bien conservados por las condiciones ambientales desérticas de la costa sur del Perú. La cabeza era cortada a la altura del cuello y se removían la vértebra cervical y las estructuras de los tejidos blandos en la base del cráneo. Esta base se abría por medio de una ligera ampliación del forámen mágnum o se quitaba completamente con la finalidad de extraer la masa encefálica. Se perforaba el hueso frontal, aproximadamente en el centro de la frente, para atravesar una cuerda atada al interior del cráneo. Los labios, y a veces los parpados, eran cosidos con espinas de algarrobo o cactus y la mandíbula inferior se ataba a los arcos zigomáticos para mantenerla en su ubicación original. Las mejillas se rellenaban con fibra de algodón o vegetal o cabello cortado de la misma cabeza de la víctima. El resultado final era una cabeza completa con piel y cabello, con una cuerda, de fibras vegetales, algodón, lana o incluso de cabello del sacrificado, que permitía transportarla. Las cabezas, por lo tanto, eran intencionalmente momificadas con el propósito de conservar la piel, el cuero cabelludo y el cabello, lo que podría estar hablándonos de la importancia simbólica que estos elementos poseían (Verano, 2003).
En el caso nazca -a diferencia de Paracas donde el motivo iconográfico es muy frecuente (sobre todo en los textiles) pero los hallazgos arqueológicos son escasos- se han recuperado numerosos ejemplares de “cabezas trofeo” procedentes de sitios nazca. Baraybar documentó más de setenta ejemplares pertenecientes a diferentes colecciones. Lamentablemente, debido a que muchos de estos provienen de sitios saqueados, en pocos casos contamos con buena documentación sobre los contextos arqueológicos (Barayar 1987).
Riddell durante excavaciones en Tambo Viejo en el valle de Acan en 1987 halló cinco “cabezas trofeo” pertenecientes a Paracas Tardío o Nasca Temprano. Las cabezas estaban colocadas en ollas cerámicas enterradas en pozos debajo de los cuatro cuartos que excavo. Algunas se encontraban envueltas en textiles de algodón liso pero no había otros objetos asociados (Verano, 1995: 210).
Los pocos ejemplares que han sido excavados científicamente nos brindan información sobre los posibles contextos en los que se depositaban estas cabezas. En el sitio de Cahuachi, el centro habitacional y ritual más importante de la cultura nazca en el valle homónimo, en diferentes campañas a lo largo del siglo XX conducidas por A. Kroeber, D. Strong,
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