Analisis de "La era del vacio", Gilíes Lipovetsky
Enviado por sociocapitalista • 11 de Julio de 2016 • Ensayo • 2.529 Palabras (11 Páginas) • 813 Visitas
Rubén González Vázquez
LA ERA DEL VACIO.
Tomando como referencia el texto “la era del vacío” del autor Gilles Lipovestky me propongo expresar mi opinión acerca del hombre contemporáneo y su sentido de soledad, vacio, indiferencia, hedonismo, narcisismo, consumismo, individualidad etc. Tomando como base las primicias del autor ya mencionado.
El hombre moderno se siente dentro de una encrucijada al ver gran parte de los esquemas derrumbarse, las costumbres de antaño han sido reemplazadas por los nuevos valores, la vida social ha sido diversificada exigiendo hasta en la más mínima actividad una especialización, la urbanización creciente han dejado a un lado la vida rural y las necesidades básicas han sido sustituidas por una gama de necesidades fabricadas por la mercadotecnia para mantener el sistema capitalista de sobreproducción, demanda y consumo, donde el sujeto es convertido en un producto más, un producto que a su vez es capaz de convertirse en un consumidor ciego, voraz, obsesivo y compulsivo de cualquier clase de artefactos que no necesita, atándose de esta manera a un ciclo de nunca acabar donde trabajamos para obtener cosas que no necesitamos, regresando al punto central, las necesidades creadas por la mercadotécnica han cambiado de tal manera la forma de concebirnos que el hombre moderno se siente vacio al no poder satisfacer los deseo materiales de golpe aunque el mismo sistema ha dado una respuesta; las tarjetas de crédito con la filosofía de compra ahora paga después, vive ahora piensa después, esta nueva forma de pensamiento moderno a desencadenado en una individualización de todas las estructuras desde el plano religioso, laboral, social, económico etc. en otras palabras el hombre contemporáneo a partir de la revolución industrial comenzó una etapa de progreso material que lo llevo a obtener una calidad de vida estable, donde ahora su deber se reduce a ser empleado para vivir sueños ajenos, y a consumir felicidad enlatada, sin embargo ese principio hedonista le ha creado un conflicto de vacío espiritual que le impide responder ¿quién soy? y ¿hacia dónde voy? , pero incluso esta búsqueda de la finalidad del ser se ve frenada por los conceptos que el marketing le instruye a diario.
Aunque la individualización parte de una fractura con los esquemas de los siglos XVII y XVII con la perdida de directrices hasta ese momento dadas y con la estimulación a partir del siglo XIX de la sociedad informada y la creación de necesidades secundarias exaltando el sexo, la naturaleza y el sentido del humor entre otras cosas, esta exaltación del sexo es claramente explotada en casi todos los comerciales actuales desde las bebidas energizantes hasta los pañales para bebe, entonces la individualización es la búsqueda de la nueva sociedad de patrones reguladores de comportamientos y de organización colectiva; este nuevo sistema cambio las decisiones grupales en decisiones particulares llevándolas a la privacidad casi total, cuando con anterioridad se buscaba lograr una homogeneidad en todos los aspectos sociales; la escuela, el trabajo, el entretenimiento etc. Aunque aun hoy en día este intento de hacernos iguales sigue latente un ejemplo claro y personal de lo anterior fue la preparatoria donde estudie, nos obligaban a llevar el uniforme bien portado, pelo corto y nos asignaban un numero de lista, esto, en lo personal me recordaba al régimen nazi, tal vez exagere un poco en la analogía, pero para mí era un intento de despersonalización con la única intención de evitar problemas de conducta en un futuro, ahora me doy cuenta que el concepto personalización engloba muchas otras cosas que intentar ser diferente retando al sistema dominante.
La imagen vendida del éxito moderno es decir el ideal del hombre feliz ha sido el del hombre auto realizado sumergido en un desinterés de lo general y atascado en las particularidades, poniendo por encima de todo la idea de la libertad y a través de esa idea gozar al máximo de la vida aunque realmente la idea de libertad ya está hecho y lo único que hace el individuo es insertarse en la cadena preestablecida de deseos y elecciones, deseos creados a partir del olvido o la movilidad a un segundo plano de las necesidades básicas, entendiendo como necesidades básicas las necesarias para mantenernos vivos.
De este modo la creencia de una satisfacción “necesaria” del deseo pasa a ser obligatoria y el deseo a su vez pasa hacer una creación propia de la individualidad partiendo siempre del contexto en el que este se desarrolle pero aquí otro problema si cada individuo adapta los deseos a su realidad y esta realidad pasa a un plano netamente subjetivo, entonces la sociedad se pierde, se desestructura, ya que la figura del estado solo es un ente proveedor y regulador mas no controlador de las relaciones entre los individuos, entonces si cada individuo llega a verse sumergido en la sociedad con un sinsentido de pertenencia este tiene que crear la pertenencia buscando grupos donde coincidías las necesidades o en su caso los defectos de este modo tenemos una abundancia de grupos de autoayuda o de clubs donde si bien no se alcanza a sentir la pertenencia tampoco nos sentimos tan alejados de la realidad es a mi pensar una especie de ancla que nos permite olvidarnos de la realidad.
Esta individualidad de la vida nos ha conducido por el camino de la indiferencia, característica de la sociedad posmoderna, donde la mayoría de nosotros queremos sentir el momento, gozar los máximos placeres poniendo sobre todo la satisfacción del lo deseado, olvidándonos así del mañana o del ayer, solo importa en instante donde no me sienta tan alejado de mi o tan inferior a los demás, el momento que llene un segundo el vacío creado por la insatisfacción de la gama tan amplia de deseos es, a mi pensar, de esta insatisfacción donde se encuentra la raíz del desencanto de los valores de antaño; desencanto por el trabajo, desencanto por la religión, desencanto de la política, de la educación, del matrimonio, de las instituciones entre otras cosas mas:
“Ya ninguna ideología política es capaz de entusiasmar a las masas, la sociedad posmoderna no tiene ídolo ni tabú, ni tan solo imagen gloriosa de si misma, ningún proyecto histórico movilizador, estamos ya regidos por el vacio, un vacio que no comporta, sin embargo, ni tragedia ni apocalipsis”.[1]
Considero que una de las primicias del texto es exactamente la cuestión de ¿cómo llenamos el vacio resultante de la individualización? Bueno pues la respuesta es consumiendo lo que el sistema ofrece: consumiendo objetos, información, deportes, cuidados médicos etc.
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