Antecedentes, Fundación y Evolución

Antecedentes, Fundación y Evolución

IPN 60 Aniversario 1936 -1996

Dr. Eusebio Mendoza Ávila Presidencia del Decanato

Época prehispánica

La  enseñanza  técnica  en  México  -elemental  desde  luego- se  inicia  en  la  época  prehispánica,  como fenómeno de transmisión de conocimientos y habilidades -llamémosle artesanales- que, por imitación o intención, se produjeron gradual y progresivamente en las diversas culturas autóctonas que florecieron en la tierra del Anáhuac.

Sin  pretensión  de  describirlas,  se  mencionan  por  su  nombre  y  el  sitio  dónde  fundamentalmente  se asentaron estas culturas: La Olmeca, en Tabasco; la Teotihuacana, en parte del altiplano del Estado de México;  la  Maya,  en  Tabasco,  Chiapas,  Yucatán,  El  Petén  Guatemalteco  y  parte  de  Honduras;  la Huasteca, sobre la costa del Golfo de México, parte de Hidalgo y San Luis Potosí ; la Totonaca, localizada fundamentalmente en el Estado de Veracruz; la Zapoteca, en Oaxaca, la Xochicalco, en el estado de Morelos; la Choluteca, en los estados de Puebla; la mixteca, en la alta serranía de los estados de guerrero, Oaxaca y Puebla; la Tolteca, en Tula, Hidalgo.

La influencia de estas culturas entrelazadas entre sí, dieron lugar al imperio Maya-Tolteca que floreció fundamentalmente en el Sureste de nuestro país. Finalmente, el imperio Azteca tuvo su asiento en lo que es  el  Valle  de  México.  En  resumen,  las  expresiones  culturales  de  esa  época eran el arte lapidario, escultórico y arquitectónico, en el que se apreciaban obras de ingeniería civil, así como conocimientos de astronomía, matemáticas, escritura, literatura, poesía, música y artes plásticas. Analizadas las construcciones, la urbanización y las comunicaciones, concluiremos que contaban con elevados conocimientos en matemáticas para su ejecución. Desde luego, la ingeniería era avanzada, pues basta señalar el sistema de pilotes en las cimentaciones que reclamaban una técnica especial y la razonable distribución de sus edificios. Se encontraba también muy desarrollada la industria de la cerámica con sus características de selección de barros, construcción de hornos y control de temperatura, así como el uso de colorantes en su mayoría de uso mineral. El aspecto textil también fue avanzado en la fabricación de telas coloreadas con pigmentos vegetales y animales. También existía la industria del curtido, la orfebrería; y el manejo de la plata y el oro, acusaba un avanzado tratamiento y aprovechamiento de los minerales. Estos fueron finalmente el motivo de codicia de los conquistadores cuando llegaron a posesionarse de lo que ellos llamaron la Nueva España.

Época colonial.

Otra etapa la constituye la época colonial en que, dentro de la dominación española, se dio un fenómeno, incluso contradictorio. Por una parte, la acción de los misioneros, evangelizadora y tendiendo a una obra cultural; por otra, la dominación por las armas que tiñeron de sangre indígena toda la ruta que siguió la conquista. Los misioneros, trajeron algunas novedades que podemos calificar de técnicas, como fue el cultivo de la vid y otros aspectos. Lo sobresaliente, desde el punto de vista de recursos técnicos que facilitaron la conquista, fueron el uso de la pólvora, el hierro, la rueda y la tracción animal.

En otros ordenes, la época colonial se caracterizó por la fundación de instituciones de avanzada para esos tiempos, entre las que podemos mencionar están, la Real y Pontifica Universidad de México; la introducción de la imprenta, que tuvo efectos muy favorables para la difusión de la cultura, cuya característica principal era de carácter religioso, su consecuencia natural fueron las bibliotecas. En el aspecto  más  identificado  con  la  técnica  podemos  señalar  la  creación  del  Jardín  Botánico,  la  Real Academia de Bellas Artes de San Carlos y, fundamentalmente, el Real Seminario de Minería.

México Independiente, Liberalismo y Reforma.

Sobrevenida la independencia, se unió a la acción insurgente de nuestros militares, la acción de hombres ilustrados, cuya preocupación conjunta fue darle forma a nuestra vida independiente. Es así como surgieron proclamas y más tarde ordenamientos legales plasmados sucesivamente en: la junta de Zitácuaro, el Primer Congreso de Anáhuac de Chilpancingo y de manera más orgánica, en la primera Constitución promulgada en Apatzingán.

En todos ellos se sentaron principios de libertad, pero paralelamente, se señalaba la importancia de la educación, puesto que en ella se fundaban las esperanzas de emancipación de nuestro pueblo. La Junta de Zitácuaro declara: “La instrucción como necesaria a todos los ciudadanos, debe ser favorecida por la sociedad con todo su poder”.

No obstante, estos propósitos, el sistema educativo en la práctica no pudo configurarse en esos difíciles años, y fue hasta la aparición de la corriente liberal, cuando se presento una reforma educativa fundada sobre la verdad científica.

En la etapa del México Independiente, caracterizada en forma sobresaliente por el movimiento de insurgencia, que fue en  sí una lucha armada de larga  duración, prácticamente se detuvo la evolución de los aspectos culturales y educativos y, por lo tanto, lo referente a la enseñanza técnica. Consumada la Independencia, se fue consolidando la corriente del liberalismo en nuestro país que repercutió, entre otras áreas, en la educación, la cual fue motivo de cambios sustanciales, sobre todo los emprendidos por el Doctor don José María Luis Mora, de Hecho, ideólogo del liberalismo y Don Valentín Gómez Farías, considerado también el padre de la Reforma.

La etapa siguiente, que se conoce como la Reforma -de hecho, consolidada por don Benito Juárez- es el período en el que México recupera su soberanía y se consolidan las estructuras del Gobierno Republicano. Fue entonces, durante el mandato del presidente Juárez, cuando toma su asiento real la educación técnica en la Escuela de Comercio y Administración y la Escuela Nacional de Artes y Oficios, Antecedentes indiscutibles de lo que a través de la evolución que hemos de comentar, constituyen los pilares de la Educación Técnica en México.

En cuanto a educación humanística, don Benito Juárez creó también el germen fundamental de ella, la Escuela Nacional Preparatoria. Decimos que Benito Juárez consolido la educación técnica porque le dio carta de naturalización otorgándole edificios específicos, tanto a la Escuela de Comercio y Administración, ubicada en Emilio Dondé, como a la Escuela Nacional de Artes y Oficios,  entregándole  el  exconvento  de  San  Lorenzo,  ubicado  en  lo  que  hoy  es  Allende  y Belisario Domínguez. En esas condiciones, ambas escuelas empezaron la evolución progresiva y, podemos mencionar, que incluso en la época del porfiriato, estas escuelas avanzaron, pues en la Escuela de Comercio y Administración se implantó el aprendizaje de la imprenta y la fotografía, y se establecieron las cátedras de Derecho Constitucional y Economía Política. Más tarde, se crearon cursos de Perito Empleado de Hacienda y Perito Empleado de Relaciones, en busca de la formación de técnicos para la administración pública. En la Escuela Nacional de Artes y Oficios también se crearon cátedras de Derecho Constitucional y Economía Política; esto, sin menoscabo del avance de la enseñanza técnica propiamente dicha. Por otra parte, se tuvo la idea de crear la Escuela Práctica de Maquinistas y, además, se creó la Escuela Miguel Lerdo de Tejada para Mujeres,  que  contaba  con  el  Departamento  de  Primaria  Superior,  Primaria  Comercial  y de

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